Celebra la conquista rápida

Grijalva pudo de esta forma percatarse que los aztecas —o mexicas— dominaban la región y que eran temidos y odiados por los pueblos sometidos. Pedro de Alvarado fue enviado de regreso a la isla de Cuba para notificar y entregar los tesoros obtenidos a Diego Velázquez.

Francisco de Montejo encabezó un viaje de reconocimiento al norte. Descubrió el río Cazones y el Nautla , lugar que fue bautizado con el nombre de Almería. Mientras tanto en Santiago, Diego Velázquez no tenía noticias de los expedicionarios y se encontraba preocupado por la tardanza.

Por tal motivo, decidió enviar una carabela de rescate al mando de Cristóbal de Olid , quien logró llegar a Cozumel, pero al continuar su trayectoria, la nave se averió. Olid abortó la misión y regresó a Cuba. Cuando el gobernador recibió a Pedro de Alvarado en la isla, quedó impresionado por el reporte del viaje.

De inmediato mandó a fray Benito Martín a España, para que este notificara al obispo Juan Rodríguez de Fonseca y al rey Carlos I las noticias de los territorios descubiertos. Como soporte fue enviado el Itinerario de la armada y algunos objetos de oro. Sin haber recibido respuesta del nombramiento de adelantado , Diego de Velázquez organizó una tercera expedición.

Ambos firmaron unas capitulaciones e instrucciones el día 23 de octubre de Diego de Velázquez firmó como adjunto del almirante y comandante en jefe Diego Colón y Moniz Perestrello , pues todavía no había recibido nombramiento por parte del rey de España.

El gobernador de Cuba temía que desde La Española o Jamaica alguien más se adelantara en una empresa similar. Se lograron reunir en total once embarcaciones. Tres aportadas por Diego de Velázquez, tres por Hernán Cortés y el resto por los capitanes que participaron en la expedición.

Pero a última hora el gobernador cambió de opinión y decidió destituir a Cortés, enviando a Amador de Lares a la entrevista y por otra parte bloqueando el suministro de insumos. Cortés decidió marcharse de Santiago evadiendo las órdenes y avisando al contador Lares, quien transmitió las noticias al gobernador Velázquez.

El día de los hechos este se apersonó en el muelle para inquirir sobre la situación y Cortés, rodeado de sus hombres armados, lo interpeló «Perdonadme, pero todas estas cosas se pensaron antes de ordenarlas.

Los capitanes designados por Cortés fueron: Pedro de Alvarado , Alonso de Ávila , Alonso Hernández Portocarrero , Diego de Ordás , Francisco de Montejo , Francisco de Morla , Francisco de Saucedo , Juan de Escalante , Juan Velázquez de León , Cristóbal de Olid y Gonzalo de Sandoval.

Como piloto mayor nombró a Antón de Alaminos quién conocía la zona por haber participado en las expediciones de Hernández de Córdoba en , de Juan de Grijalva en y de Juan Ponce de León a la Florida en Cortés pudo reunir quinientos cincuenta españoles de los cuales cincuenta eran marineros y a dieciséis caballos.

Además, según la crónica de Bartolomé de las Casas , llevó doscientos auxiliares, algunos nativos de la isla y otros esclavos negros. El gobernador de Cuba realizó un segundo intento por detenerlo. Había enviado diversas cartas, una de ellas dirigida al propio Cortés, en la que se le ordenaba esperar.

Desde mediados del siglo XV el estado mexica se venía extendiendo por un gran territorio, sometiendo a diversos pueblos y volviéndolos tributarios, de ahí el calificativo de imperio.

Hacia el huey tlatoani , o gobernante en turno, llamado Moctezuma Xocoyotzin continuaba las campañas militares de expansión. Por otro lado, tras la caída de Tula , corría la leyenda de que el dios Quetzalcóatl que había partido del panteón mexica y que volvería algún día llegando por el mar del oriente, de donde nace el sol y en donde supuestamente vivían los dioses.

Esta leyenda de Quetzalcóatl era bien conocida por los mexicas. Dado que los primeros encuentros con los españoles terminaban en intercambios comerciales por el «rescate de oro», en muchos pueblos corrió la idea de que la manera de deshacerse de ellos, sin pelear, era sencillamente entregarles oro o mujeres y aceptar lo que trajeran para intercambiar.

Debido a esto, los intercambios se multiplicaron desde las primeras expediciones españolas pero el efecto fue el contrario al esperado por los aborígenes, pues se creó en los europeos la idea de que había tesoros inagotables en la zona, despertándose de esta manera su ambición. En el camino la embarcación capitaneada por Francisco de Morla sufrió una avería, lo cual retrasó a las demás naves que tuvieron que auxiliarla.

De la expedición de Hernández de Córdoba llevaban al intérprete bautizado como Melchorejo y de la expedición de Grijalva a la esclava jamaiquina.

Al principio el jefe supremo o halach uinik y los jefes secundarios o batab de la isla se negaron a entrevistarse con los recién llegados. Tres días después se presentó ante Cortés una persona que se dijo señor de toda la isla. Tras una larga charla, Cortés le habló sobre el rey de España y la fe católica, además de recalcar sus intenciones pacíficas si toda la gente de la isla se subordinaba ante España.

Aquel halach uinik aceptó las condiciones y mandó llamar a otros batabob de la isla. En este lugar, Cortés confirmó la presencia de otros dos españoles que hacia ocho años habían naufragado en el golfo de Darién y tras sobrevivir en un bote habían sido arrastrados por la corriente hasta las costas de la península donde fueron hechos prisioneros por los mayas.

De estos náufragos ya había escuchado hablar Cortés en Cuba y quería contactarlos para rescatarlos. Por recomendación del halach uinik , Cortés envió «cuentas verdes» como pago de rescate a los captores y escribió una carta dirigida a los náufragos, la cual confió a dos habitantes de la isla para que la entregaran en secreto y pagaran el rescate.

Además mandó dos barcos para que se acercaran lo más posible a aquellas costas, y esperaran como apoyo, el escape de los náufragos. Seis días les estuvieron esperando en esa costa sin tener noticia de los náufragos ni de los mensajeros enviados. Al ver que esta situación no cambiaba, ambas naves decidieron regresar a Cozumel a encontrarse con Cortés para notificarle la situación.

Dos días después Cortés decidió continuar su trayectoria hacia Veracruz , sin embargo, el mal tiempo les obligó a detenerse en la costa de la península de Yucatán y regresar a la isla para reparar la embarcación capitaneada por Juan de Escalante que se había dañado.

Al día siguiente, llegó a la isla una canoa con nativos y con el náufrago Jerónimo de Aguilar , a quién por su aspecto confundieron con uno de los mayas.

Tras entrevistarse con Andrés de Tapia fue llevado ante Cortés, se unió a la expedición y actuó en adelante como intérprete maya-castellano. Aguilar declaró haberse entrevistado con otro compañero náufrago sobreviviente llamado Gonzalo Guerrero , pero este se había adaptado a la vida de la cultura maya y prefirió quedarse en Yucatán, pues en la población donde vivía había sido nombrado capitán de guerreros o nacom , era casado y tenía tres hijos.

Antes de partir y por consejo de Jerónimo de Aguilar, el halach uinik de Cozumel pidió a Cortés una carta o salvoconducto que describiera que la población no fuese agredida por futuras expediciones españolas a la isla, la cual fue otorgada.

La flota prosiguió el viaje costeando hasta Tabasco. En Potonchán decidieron aprovisionarse de agua y comida. Los mayas chontales , habitantes del lugar, permitieron el aprovisionamiento y les pidieron irse, pues no tenían suficiente comida para entregar a los expedicionarios.

Cortés se negó y ordenó el desembarco. El intérprete maya aprovechó la oportunidad para escapar y aconsejó a los mayas chontales realizar el ataque; ante la negativa y amenazas de los nativos que se preparaban para la guerra, Diego de Godoy leyó el requerimiento siendo esta la primera actuación notarial en México, posteriormente y ante la negativa de los nativos de someterse a los españoles, se inició la batalla de Centla el 14 de marzo de Los españoles lograron la victoria gracias a la superioridad de armas y en especial al temor que los nativos tenían a los caballos.

De esta forma, Jerónimo de Aguilar tradujo del español al maya, y doña Marina del maya al náhuatl para comunicarse con los mexicas. Malintzin, quien más tarde tuvo un hijo de Cortés que se llamó Martín apodado «el Mestizo» —igual que Martín Cortés , el otro hijo que tuvo el propio Cortés con su esposa española Juana de Zúñiga—, habría de convertirse en figura medular de la conquista, no solo por ser intérprete invaluable, sino porque con su presencia y actuación fue personaje clave en el surgimiento de una nueva raza.

De aquí que ella sea considerada como la madre y el símbolo del mestizaje que, casi medio milenio después, es representativo de la nacionalidad mexicana.

Y con relación a Cortés, sus propios colegas habrían de referirse a él como Malintzine que significa "amo de Malintzin". Los españoles permanecieron en Santa María de la Victoria hasta el 12 de abril, fecha en que Cortés decidió continuar su camino hacia Ulúa dejando a un puñado de españoles en la recién fundada villa, para pacificar y poblar la región.

Los españoles continuaron hacia el norte y llegaron el 21 de abril de a Chalchicueyecan, lugar previamente bautizado por Grijalva como San Juan de Ulúa. Siguiendo las órdenes previas de Moctezuma Xocoyotzin , se acercaron a los recién llegados en una canoa para preguntar por el señor al mando de las embarcaciones.

Cortés les entregó cuentas de vidrio verdes y amarillas, una silla y un casco, este último, a los ojos de los mexicas, evocaba al dios de la guerra Huitzilopochtli. Habiendo desembarcado, y con el objeto de hacer alarde de su poderío militar e impresionar a los embajadores, Cortés organizó en la playa una carrera de caballos con disparos de artillería.

Casi de inmediato salieron mensajeros hacia Tenochtitlan con los informes para el tlatoani. Tan pronto recibió las noticias de lo que sucedía en la costa, Moctezuma Xocoyotzin quedó impresionado, ya no estaba convencido del regreso de Quetzalcóatl, pensó que podría tratarse de Tezcatlipoca o incluso Huitzilopochtli.

Les sugirió marcharse lo antes posible y envió nuevamente ricos presentes. La respuesta del tlatoani solo excitó la codicia de los soldados: Cortés y sus hombres se dieron cuenta de que la riqueza del imperio era grande y que los pueblos sometidos resentían la dominación mexica, por lo que decidió avanzar hacia el interior.

Conforme a la ley española, si se fundaba una ciudad con cabildo , esta era autónoma, así que entre el 5 y 10 de julio de se creó la Villa Rica de la Vera Cruz que eligió cabildo inmediatamente. Durante la ausencia de dichos capitanes, Cortés fingió estar decidido a regresar a Cuba, pues de acuerdo a las instrucciones de Velázquez, los objetivos ya se habían conseguido.

Las «protestas» de sus amigos en favor de continuar la estancia en los territorios y poblar el lugar, cubrieron apariencias ante los ojos de los velazquistas. Solo un engaño para hacerles creer el fingimiento del caudillo.

Desde luego los regidores y funcionarios de la nueva villa fueron sus allegados. Como regidores fueron nombrados Alonso de Ávila , Pedro de Alvarado , Alonso de Alvarado y Gonzalo de Sandoval , como alguacil mayor Juan de Escalante y como procurador general Francisco Álvarez Chico.

Fue así como surgió el primer ayuntamiento en México. Se redactó la Carta del Cabildo , fechada el 10 de julio, en la cual «el concejo » comunicó a Carlos I la fundación de la villa, la designación como capitán general y justicia mayor de Hernán Cortés y se suplicó reiteradamente no otorgar el nombramiento de adelantado a Diego Velázquez, pues se le acusó de no haber administrado correctamente los asuntos de Cuba.

Incluso se pidió un juicio de residencia para el gobernador; en el texto se describieron las tierras descubiertas y se anexó el V del rey.

Por otra parte, en España, cuando el almirante Diego Colón y Moniz Perestrello se enteró de los acontecimientos, escribió una carta al rey solicitando que no fallase ni a favor de Velázquez, ni a favor de Cortés, pues reclamaba para sí, los derechos de las capitulaciones de Santa Fe que incluían estos territorios.

Cortés se dirigió hacia Quiahuiztlán y Cempoala , pueblos totonacas que eran tributarios de los mexicas. Los gobernantes o teuctlis habían conocido a Juan de Grijalva, logrando una buena relación con los españoles.

En la entrevista, Cortés prometió ayudar a liberarlos del tributo a los mexicas, a cambio de sellar una alianza militar de españoles y totonacas. Ahí empezó la insidia política de Cortés que habría de permitirle capitanear una rebelión de pueblos sometidos que sería determinante en la conquista de los territorios del Imperio mexica.

Durante esos días llegaron, de forma regular, cinco recaudadores de Moctezuma para cobrar los tributos pero Cortés aconsejó no pagarles y ponerles bajo arresto. Con temor, los totonacas siguieron el consejo.

El caudillo español jugaba un doble papel: se entrevistó con los recaudadores y puso a dos de ellos en libertad fingiendo no conocer la actitud de los totonacas, además envió un falso mensaje de paz al tlatoani de Tenochtitlan, prometiendo ayudarlo para someter a los «alzados».

La estratagema del caudillo era obtener el apoyo incondicional del pueblo totonaca y engañar a Moctezuma. este habló de forma secreta con el teuctli de Quiahuiztlán, a quien dijo que ya podía considerarse libre de su yugo y le recomendó «liberar» a los otros tres recaudadores.

Motelchiuh regresó feliz a Tenochtitlan con los recién liberados. En Tizapancingo un grupo de mexicas comenzó a organizarse para someter a pueblos totonacas que dejaron de pagar tributo. Cortés asistió con la caballería y pudo vencerlos rápidamente, lo que convenció a los tecuhtlis de Quiahuiztlán y Cempoala de la efectividad de las fuerzas españolas y no dudaron en refrendar la alianza.

Los totonacas aportaron mil trescientos guerreros a la empresa de Cortés. El acuerdo se realizó sobre la base de que, una vez derrotados los mexicas , la nación totonaca sería libre. Después de la partida de los emisarios, Alonso de Grado y Alonso de Ávila fueron nombrados alcaldes sustitutos de la Villa Rica de la Vera Cruz.

Poco después de dicho nombramiento, un grupo inconforme de amigos de Diego Velázquez decidió regresar a Cuba, entre los que estaban fray Juan Díaz , Juan Velázquez de León , Diego de Ordás , Alonso de Escobar, Juan Escudero, el piloto Diego Cermeño, y los marineros Gonzalo de Umbría y Alfonso Peñate.

Como resultado Juan Escudero y Diego Cermeño fueron sentenciados a morir en la horca, a Gonzalo de Umbría se le cortó parte de un pie, y a los demás se le puso bajo arresto. Cuando los amotinados fueron puestos en libertad, se convirtieron en incondicionales del caudillo.

Los que estaban a favor de la aventura, no necesitaban artificios para decidirse: Pues, ¿de qué condición somos los españoles para no ir adelante, y estarnos en partes que no tengamos provecho de guerra?

El alguacil mayor de la Villa Rica, Juan de Escalante , quedó al cuidado de la guarnición con un pequeño grupo de soldados, en su mayoría viejos y heridos; las órdenes de Escalante incluían brindar el apoyo necesario al pueblo totonaca, ante eventuales hostilidades que perpetrasen los mexicas y vigilar la costa.

Mientras tanto, el gobernador de la isla de Jamaica , Francisco de Garay , envió una expedición de exploración con tres navíos y doscientos setenta hombres al mando de Alonso Álvarez de Pineda al Golfo de México. Después de haber navegado desde la Florida hasta el río Pánuco fueron avistados por Escalante, quien de inmediato avisó a su capitán.

Cortés creyó que eran embarcaciones enviadas por Velázquez y decidió poner una trampa en la playa para capturar a los nuevos expedicionarios, pero la argucia solo funcionó con siete hombres que desembarcaron en un bajel y el resto de la expedición pudo regresar a Jamaica.

Al inicio, la trayectoria de los conquistadores no fue fácil. Pasaron por Ixcalpan Rinconada y después Xalapa , donde fueron bien recibidos, así como Xicochimalco.

Continuaron a Monte Grande, que tomó el nombre de Puerto de Dios, y siguieron a Teoizhuacán y Ayahualulco ; cruzaron la Sierra de Puebla por el Cofre de Perote con abastecimiento muy limitado de agua; se dirigieron hacia el norte pasando por los poblados de Altotonga , Xalacingo y Teziutlán hasta llegar a Zautla , donde fueron recibidos por el gobernante local Olintetl.

Cuando este fue cuestionado para saber si era tributario de los mexicas, su respuesta fue: «¿Acaso existe alguien que no sea vasallo de Moctezuma? El tecuhtli de Ixtacamaxtitlán, quien también era vasallo de Moctezuma, envió una invitación a los españoles y trató de convencerlos de seguir su ruta hacia Cholula para evitar el cruce por territorios tlaxcaltecas, pero Mamexi advirtió a Cortés de una posible celada y le propuso enviar mensajeros de paz a los dirigentes tlaxcaltecas para conformar una alianza en contra de los mexicas.

Cortés, convencido de la fidelidad de los totonacas, siguió el consejo y prosiguió el itinerario preestablecido. El objetivo principal del ejercicio bélico era la captura de prisioneros.

Bajo estas circunstancias de animadversión llegó Cortés al territorio de Tlaxcala al mando del ejército totonaca-español, el cual era numéricamente muy inferior con respecto a la densa población de Tlaxcala que se conformaba por los pinomes, los otomíes y los tlaxcaltecas , quienes vivían asentados en cientos de pequeñas localidades.

Los principales representantes eran Xicohténcatl Huehue «el Viejo» , Maxixcatzin, Citlalpopocatzin y Hueyolotzin. Maxixcatzin se inclinó por sellar la alianza y luchar contra sus acérrimos rivales, pero Xicohténcatl Axayacatzin argumentó la posibilidad de que los españoles no fueran semidioses, creyendo que la ambición que habían mostrado por el oro, los pequeños hurtos en los pueblos, la destrucción de templos y el desprecio de leyes ancestrales evidenciaba más un comportamiento humano que divino.

La resolución fue atacar a los recién llegados: de lograrse la victoria se daría crédito a la nación tlaxcalteca, en caso de derrota se culparía a los otomíes de haber actuado en desobediencia a las órdenes del senado y se firmaría la alianza.

El 2 de septiembre de un grupo de quince indígenas sirvió de anzuelo, se dejó perseguir por los extranjeros hasta el desfiladero de Tecóac, donde Xicohténcatl Axayacatzin había preparado una emboscada con un gran número de guerreros otomíes.

Ante la situación el propio Cortés leyó el requerimiento pero no fue atendido. Durante la noche que siguió, Cortés y sus hombres consideraron por primera vez la posibilidad de que su reducido ejército fuese aniquilado, estableciendo su campamento en el cerro de Tzompachtepetl.

Buscando siempre la alianza, Cortés envió mensajeros de paz recibiendo una respuesta de Xicohténcatl irónica: «¿Paces? Allí haremos los paces, hartándonos de vuestras carnes y honrando a nuestros dioses con vuestros corazones».

De cualquier forma, las subsecuentes batallas no fueron victorias fáciles para el ejército conformado por españoles y totonacas. Por su parte, Xicohténcatl envió espías con comida y regalos a la guarnición española, pero éstos fueron descubiertos rápidamente.

Cortés ordenó amputarles manos y pulgares a manera de escarmiento. El espionaje tlaxcalteca resultó un fracaso pues los espías delataron la posición y planes de su ejército. Tras evaluar la nueva situación, y considerando las repetidas derrotas, el senado de Tlaxcala ordenó a Xicohténcatl Axayacatzin detener la guerra para negociar un acuerdo de paz.

Los guerreros tlaxcaltecas que combatieron como aliados a partir de ese momento fueron Piltecuhtli, Aexoxécatl, Tecpanécatl, Cahuecahua, Cocomitecuhtli, Quauhtotohua, Textlípitl y Xicohténcatl Axayacatzin. Este último, sin embargo, nunca estuvo convencido de la alianza. A la mañana siguiente el conquistador, anticipándose, capturó a los líderes cholultecas.

Se sospechaba de veinte mil guerreros mexicas acampados en las inmediaciones de la ciudad para reforzar la emboscada; sin embargo, estos nunca aparecieron. Los conquistadores continuaron su expedición hacia Huejotzingo ; atravesaron entre los dos volcanes vigías del valle, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl por un paraje boscoso que hoy lleva el nombre de Paso de Cortés.

Del otro lado, avistaron por primera vez el lago de Texcoco y la isla de la ciudad de México-Tenochtitlan. Cruzaron por Amaquemecan y Chalco - Atenco , donde embajadores de Moctezuma intentaron convencerlos para detener su marcha.

Tras una breve estancia en Ayotzinco continuaron la marcha hacia Mixquic , Cuitláhuac Tláhuac , Culhuacán e Iztapalapa.

Al llegar a la ciudad, la población veía con asombro a los europeos y sus caballos. Moctezuma realizó muchos intentos para disuadir a Cortés de avanzar hacia Tenochtitlan. El tlatoani envió regalos, embajadores e innumerables mensajes para convencer a los españoles de no visitar la ciudad pero todo fue inútil.

Cortés y sus hombres fueron recibidos por el huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin y un amplio séquito, en el que se encontraban el tlahtoani de Tlacopan Totoquihuatzin , el tlatoani de Tetzcuco Cacamatzin , Cuitláhuac , Tetlepanquetzaltzin , Itzcuauhtzin, Topantemoctzin, y algunos otros servidores.

Cortés entregó a Moctezuma un collar de cuentas de vidrio que se llamaban margaritas y el gobernante entregó al caudillo un collar con ocho camarones de oro.

Posteriormente los españoles fueron alojados en el palacio de Axayácatl , cercano al recinto sagrado de la ciudad. Moctezuma era un guerrero experimentado, pero como hombre supersticioso, continuaba con la idea de que posiblemente los extraños visitantes eran semidioses.

Mientras tanto en la costa, siguiendo los consejos de los conquistadores españoles , los totonacas dejaron de pagar el acostumbrado tributo a los mexicas. El calpixque Cuauhpopoca dirigió a los guerreros mexicas y comenzó el ataque contra los totonacas, pero estos fueron defendidos por la guarnición española de la Villa Rica de la Vera Cruz.

Como resultado de la contienda, los españoles sufrieron siete bajas, entre ellas, Juan de Escalante quien logró incendiar la población de Nautla antes de la retirada de sus hombres pero murió más tarde a consecuencia de las heridas. El tlahtoani , aterrado al ver la cabeza, prohibió las acciones militares y pidió mantener en secreto la noticia.

De forma paralela mensajeros totonacas informaron los mismos sucesos a Cortés. Durante la breve estancia, los españoles habían descubierto accidentalmente tesoros escondidos en una de las recámaras principales del suntuoso palacio de Axayácatl ; pero también habían valorado el posible riesgo de una emboscada por parte de los mexicas y por tales motivos decidieron someter a Moctezuma.

Sorprendido, Moctezuma negó haber ordenado el ataque y mandó llamar a Cuauhpopoca , los emisarios mexicas fueron acompañados por Francisco de Aguilar , Andrés de Tapia y Gutiérrez de Valdelomar.

A partir de ese momento el tlatoani fue vigilado por una escolta española. Cuando regresaron los emisarios, el tlahtoani otorgó el privilegio de juicio a Cortés; el proceso fue breve y se sentenciaron a morir en la hoguera a Cuauhpopoca, a su hijo y quince principales de Nautla.

Para prevenir una sublevación, Moctezuma fue entonces sometido con grilletes y se le obligó a presenciar la ejecución. Este audaz secuestro del emperador Moctezuma II por parte de Cortés, como hará también Francisco Pizarro con el inca o inga Atahualpa , recuerda mucho al que sufrió casi cien años antes el rey Juan II de Castilla , el llamado Golpe de Tordesillas , por parte de uno de los Infantes de Aragón ; quizá incluso al parecido de Juana la Loca , y con similares intenciones.

El pueblo mexica, en silencio y expectante, comenzó a dudar de su máximo dirigente por la sumisión mostrada. Permanentemente custodiado, Moctezuma continuó sus actividades cotidianas.

Convivió con Cortés y sus capitanes, les mostró la ciudad y los alrededores. Durante los siguientes días el conquistador pidió al tlahtoani que abandonase a sus dioses y que prohibiese los sacrificios humanos. También averiguó los lugares de donde procedía el oro.

Ante el asombro y disgusto de los sacerdotes mexicas, se derribaron las efigies de sus dioses, se impusieron imágenes cristianas y se celebró una misa en la cúspide del Templo Mayor.

Se organizaron excursiones para inspeccionar las minas. Gonzalo de Umbría se dirigió hacia Zacatula en la región mixteca ; Diego de Ordás hacia Tuxtepec y Coatzacoalcos ; Andrés de Tapia y Diego Pizarro se dirigieron a la zona de Pánuco.

Nuevamente el tlahtoani accedió con la esperanza de que a cambio de entregar esos tesoros, los europeos se retiraran de Tenochtitlan. Para facilitar su transporte y reparto, todo el oro fue fundido en barras por los orfebres de Azcapotzalco , separándose el quinto del rey.

Una pequeña comitiva de españoles fue enviada en búsqueda de oro a Tetzcuco. Los guías eran Netzahualquentzin y Tetlahuehuezquititzin, ambos hermanos de Cacama.

Debido a un malentendido, se sospechó de una posible traición de Netzahualquentzin, motivo por el cual fue sentenciado a morir en la horca. Los rebeldes fueron arrestados y Cortés decidió nombrar a Coanácoch como nuevo tlahtoani de Tetzcuco.

Moctezuma le insistió a Cortés que se retirase de la ciudad, pero la respuesta fue negativa. La estancia se prolongó bajo la excusa de no contar con embarcaciones, pues estas habían sido destruidas.

A pesar del malestar social de los mexicas por las acciones de los conquistadores españoles y el abyecto comportamiento del huey tlahtoani , este intentó por todos los medios evitar un levantamiento.

A petición de Cortés, dirigió un discurso solemne frente a su pueblo, en el cual, llorando, se reconoció como vasallo de Carlos I y pidió rendir obediencia a los españoles. Creía en las profecías y supersticiones, pero también temía que en caso de un enfrentamiento armado su pueblo fuese masacrado.

Considerando tener un relativo control sobre Tenochtitlan, Cortés envió a la región de Coatzacoalcos a Juan Velázquez de León con cien hombres con el objetivo de fundar una colonia, para de esta manera, extraer oro y vigilar la costa.

Mientras eso ocurría en Tenochtitlan, los procuradores de la Villa Rica de la Vera Cruz, Alonso Hernández Portocarrero y Francisco de Montejo , habían llegado a Sevilla. Era octubre de cuando el obispo Juan Rodríguez de Fonseca se enteró de los acontecimientos, girando órdenes al contador de la Casa de Contratación Juan López de Recalde para incautar el tesoro que transportaban los procuradores.

Fray Benito Martín había conseguido ya en la corte el título de adelantado para Diego Velázquez de Cuéllar y solicitó que se otorgara plena autoridad al gobernador de Cuba para castigar la insubordinación de Cortés.

Rodríguez de Fonseca aún tenía el control del Consejo de Castilla , el cual atendía los asuntos de las Indias, pero el obispo de Badajoz Pedro Ruiz de la Mota y el secretario del rey Francisco de los Cobos y Molina quedaron impresionados por el oro traído de México.

El obispo de Badajoz abogó por Cortés ante el rey Carlos I. Por otra parte los procuradores acudieron a Martín Cortés, padre del caudillo, para tratar de conseguir mediante cartas una entrevista con el rey, quien al escuchar esta solicitud se mostró interesado en recibirlos y en conocer a los totonacas que habían traído en el viaje.

Los emisarios de Cortés llegaron tarde a Barcelona en donde encontrarían al rey, pero este, en constante movimiento, se había trasladado a Burgos. No obstante, pudieron contactar al abogado Francisco Núñez y al consejero del rey Lorenzo Galíndez de Carvajal , quien decidió apoyarlos.

Carlos I había sido elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico , además de atender los asuntos de la Guerra de las comunidades de Castilla , debería hacer frente al conflicto de la reforma luterana y viajar hacia Aquisgrán donde sería coronado. Sin embargo, mostró gran interés en los asuntos de Indias.

En Tordesillas el monarca sostuvo una reunión informal con los procuradores, pero fue hasta el 30 de abril de , en Santiago de Compostela , donde el comité del Consejo de Castilla escuchó finalmente a los procuradores. El comité estaba conformado por el cardenal Adriano de Utrecht , el canciller imperial Mercurino Arborio Gattinara , el obispo de Badajoz Pedro Ruiz de la Mota, el arzobispo de Palermo Jean Carondelete , el arzobispo de Granada Antonio de Rojas Manrique , el comendador mayor de Castilla Hernando de la Vega, y el obispo de Burgos Juan Rodríguez de Fonseca.

Además estuvieron presentes en la reunión el doctor Diego Beltrán, Luis Zapata, Francisco de Aguirre, Lorenzo Galíndez de Carvajal , Pedro Mártir de Anglería , Bartolomé de las Casas , Juan de Sámano, y Francisco de los Cobos y Molina.

A pesar de que el obispo de Burgos acusó a Cortés y sus hombres como desertores y traidores, el 17 de mayo de el comité decidió aplazar la resolución hasta escuchar nuevas pruebas tanto de Velázquez como de Cortés.

Diego Velázquez, desconociendo aún los últimos sucesos en España, confiscó en la isla de Cuba los bienes de Cortés y de algunos de sus hombres. Organizó un ejército que constaba de diecinueve embarcaciones, mil cuatrocientos hombres, ochenta caballos, veinte piezas de artillería y mil auxiliares cubanos.

Designó a Pánfilo de Narváez como capitán con órdenes secretas para arrestar o matar a Cortés. Cuando Rodrigo de Figueroa, juez de residencia de La Española, se enteró de los planes de Velázquez, consideró que la pugna no era beneficiosa para la corona y por tal motivo envió al oidor juez Lucas Vázquez de Ayllón junto con el alguacil de Santo Domingo Luis de Sotelo y el escribano Pedro de Ledesma para detener la expedición.

Adicionalmente, el 18 de febrero de notificó directamente a Velázquez las órdenes de Figueroa pero el gobernador de Cuba prosiguió con sus planes, desatendiendo la petición oficial y desafiando la autoridad de Figueroa.

En esa circunstancia, Vázquez de Ayllón decidió viajar simultáneamente a la Villa Rica de la Vera Cruz para tratar de negociar un acuerdo. Las embarcaciones zarparon de Cuba el 5 de marzo de Participaron en la excursión de Narváez Juan Bono de Quejo, Leonel de Cervantes, el veedor inspector del gobernador de Cuba Gerónimo Martínez de Salvatierra, un sobrino homónimo de Velázquez conocido como «el Mozo», el alcalde de Trinidad Francisco Verdugo, Gaspar de Garnica, Baltasar Bermúdez y otros experimentados conquistadores.

También viajó Andrés de Duero, secretario de Velázquez pero amigo de Cortés, ya que Amador de Lares había muerto a principios de Los barcos hicieron escala en Cozumel , en donde rescataron a los sobrevivientes del naufragio de Alonso de Parada y fundaron una pequeña guarnición.

Se dirigieron hacia Tabasco llegando a Potonchan donde se encontraba la Villa de Santa María de la Victoria para reabastecerse de agua y en la etapa final del viaje fueron sorprendidos por una tormenta, perdiendo un barco y cincuenta hombres, entre ellos Cristóbal de Morante, quien había sido socio y capitán en la primera excursión a la península de Yucatán.

Llegaron a San Juan de Ulúa el 19 de abril pero los barcos de Vázquez de Ayllón habían llegado un par de días antes, por lo que el oidor pudo contactar a los hombres de la Villa Rica de la Vera Cruz, enterándose antes de los logros de Cortés.

Al desembarcar, Pánfilo de Narváez decidió fundar la ciudad de San Salvador. Hicieron contacto con los totonacas , a quienes informaron que pretendían arrestar a Cortés y liberar a Moctezuma.

El tecutli gordo de Cempoala quedó impresionado ante las noticias, pero prefirió dar la bienvenida a los recién llegados, suministrándoles víveres durante tres semanas. Los totonacas enviaron los acostumbrados regalos pero Pánfilo los guardó para sí, provocando la antipatía de sus seguidores.

Narváez culpó al oidor de la situación y decidió arrestarlo. Vázquez de Ayllón, Pedro de Ledesma y algunos simpatizantes de Cortés fueron hechos prisioneros y enviados en un barco con dirección a Cuba.

El oidor no pudo hacer nada frente a los hombres de Narváez, pero cuando zarparon, amenazó al capitán del barco, en el sentido de que si este obedecía las órdenes de ir a Cuba lo condenaría a la horca; por tal motivo, la embarcación se dirigió hacia La Española.

Ahí, Vázquez de Ayllón denunció los hechos y envió cartas a España detallando la afrenta y el proceder violento de Narváez. Finalmente, lo sucedido fue contraproducente a los intereses de Diego Velázquez.

Una comitiva de Moctezuma, quien estaba sometido, se puso en contacto con Narváez, y pronto fueron enviados mensajes al huey tlatoani.

este albergó nuevas esperanzas de ser liberado y mantuvo en secreto esta comunicación, pero no pudo ocultar las noticias de la llegada de las embarcaciones. Cortés designó a fray Bartolomé de Olmedo y cinco emisarios para indagar las noticias de lo que ocurría. Sandoval, lejos de atender la petición, decidió apresar a los comisionados y enviarlos de inmediato a Tenochtitlan.

Narváez también envió cartas a Juan Velázquez de León pensando, equivocadamente, que el pariente del gobernador de Cuba sería un aliado. Cortés recibió con halagos a Vergara y Guevara, les pidió disculpas por el trato de Sandoval.

El caudillo organizó un banquete y les regaló oro, ante lo que los comisionados quedaron pasmados. Cortés los envió de regreso a la costa con una escolta y una carta de respuesta para Narváez. Cuando Vergara y Guevara llegaron a San Salvador , comenzaron a repartir oro de forma secreta a los hombres de Narváez.

La misiva de Cortés contenía palabras de bienvenida e invitación a los miembros de la expedición, pero de sorpresa por la nueva designación de Narváez.

Ante la expectativa, Cortés salió de Tenochtitlan marchando con parte de su ejército hacia la costa, dejando una guarnición de ochenta hombres al mando de Pedro de Alvarado , envió instrucciones a Velázquez de León y Rangel para que se reunieran con él en Cholula para ir de manera conjunta hacia Cempoala.

Las entrevistas con mensajeros sirvieron de espionaje, Andrés de Duero ayudó nuevamente a su amigo para sobornar a diferentes oficiales de Narváez. Pocas horas antes de realizar el ataque sus espías informaron los pormenores de las posiciones de los contrincantes.

Narváez se encontraba en Cempoala, confiado en que no atacarían por las condiciones del tiempo. A pesar de que el ejército de Cortés era menos numeroso que el de Narváez, el ataque sorpresa fue veloz y certero.

Diego Pizarro con sesenta hombres tenía órdenes de apoderarse de la artillería; Gonzalo de Sandoval con ochenta hombres debía capturar o matar a Narváez; Juan Velázquez de León enfrentaría a las fuerzas de su primo Diego Velázquez «el Mozo», sobrino del gobernador; Diego de Ordás tendría que capturar a las fuerzas comandadas por Salvatierra; finalmente, Andrés de Tapia y Cortés reforzarían con ayuda a cualquiera de los otros capitanes.

Cuando Narváez se dio cuenta del ataque trató de reaccionar, pero era tarde. Los sobornos funcionaron, el jefe de artillería Bartolomé de Usagre había colocado cera en los cañones, la pólvora se había mojado, los hombres de Bermúdez no se encontraban en sus puestos y los espías de Cortés habían cortado las cinchas de las sillas de los caballos.

Pedro Sánchez Farfán llevó al prisionero herido ante los capitanes Gonzalo de Sándoval, Alonso de Ávila, y Diego de Ordás, quienes le quitaron las supuestas provisiones del rey, que resultaron ser tan solo las instrucciones de Velázquez.

La mayor parte de los hombres se rindieron convencidos de la riqueza de las tierras descubiertas y reconocieron a Cortés como nuevo jefe, incrementando así la fuerza militar del conquistador. Entre los auxiliares viajaba un esclavo de raza negra enfermo de viruela. Un mensajero proveniente de Tenochtitlan informó a Cortés sobre una rebelión en la ciudad, mediante la cual tenían emboscados a todos los hombres que habían quedado al resguardo de la misma; así mismo, se enteró la comunicación secreta que había sostenido Moctezuma con Narváez.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los judíos habían sido esclavizados bajo el reinado de Égica excepto los de la Narbonense , con la excusa de que la provincia aún no se había repuesto de la última epidemia de peste , por la acusación de que conspiraban contra el rey con los musulmanes del norte de África.

Estos ya habían realizado algunas incursiones en la península, por lo que suscitaba miedo una posible colaboración con ellos para una futura conquista.

Esta idea partía de los informes de los cristianos del norte de África que habían huido de aquella zona y que informaron del apoyo dado a los musulmanes por parte de los judíos de allá, lo cual era lógico dado que su situación allí era también de acoso por el poder bizantino.

Pero, además de los judíos étnicamente puros de la diáspora, [ cita requerida ] en el norte de África había bereberes que profesaban el judaísmo por proselitismo y mestizaje, muchos de los cuales dieron apoyo a los musulmanes en su conquista y se unieron a ellos como muchos bereberes cristianos por lazos de clientela.

Verdad o pretexto, esta acusación de traición fue la utilizada contra ellos. Finalmente, las divisiones dinásticas internas entre los nobles visigodos sobre la sucesión de Witiza facilitaron aún más el desarrollo de la conquista. Una última precisión, previa al relato de los acontecimientos, es que el reino visigodo tan solo cubría el territorio peninsular y la Septimania en el sur de Francia.

Baleares estaba bajo soberanía bizantina y quedó excluida del proceso musulmán de conquista. Siguieron bajo control bizantino algunos años más para pasar después a depender, al menos nominalmente, del reino franco por propia petición para que los defendiera de los ataques musulmanes.

Estos ataques continuaron y hubo varios tratados de paz, poco respetados, y cierta sumisión política hasta la conquista por el Emirato de Córdoba entre los años Ibiza y Mallorca y Menorca. El Califato omeya tenía planes de conquista para Hispania desde hacía tiempo, tras la inicial conquista del actual Marruecos por Uqba ibn Nafi al final de De hecho, consta que en el año , bajo el reinado de Ervigio, los musulmanes realizaron una primera incursión contra las costas levantinas.

Años de guerra, en los que los musulmanes fueron ocupando poco a poco la totalidad de África del norte, incluyendo los reinos cristiano-bereberes. Tras los primeros éxitos de los musulmanes, la rebelión bereber contra los conquistadores los expulsó de nuevo hasta Libia, llegando los bereberes a tomar la nueva capital musulmana de Ifriquiya , Qairuán.

Los musulmanes, en sucesivas campañas, conquistaron de nuevo estas tierras, e incluso los puertos con ciudades amuralladas que habían permanecido siendo bizantinos; como Cartago , que arrasaron, a pesar de contar con la ayuda de una flota bizantina, a finales del año Y aún tardaron otros ocho años en volver a someter el resto del norte de África, que culminó en el año con la conquista de Tánger.

Todo esto obligó a posponer los planes de conquista de Hispania, hasta acabar con dicha rebelión. Con anterioridad a la invasión de la península ibérica conquistaron Ceuta , fortaleza que había sido objeto de constante lucha entre visigodos y bizantinos. Dicha ciudad había vuelto a manos visigodas unos veinte años antes, aprovechando la caída del África bizantina.

Según una leyenda muy improbable, Don Julián , gobernador visigodo de Ceuta , cuya hija, la Caba, habría sido violada por Rodrigo , habría proporcionado ayuda logística al ejército musulmán. Los musulmanes también habían estado reconociendo el terreno, tanteando las costas españolas con breves ataques y saqueando varias ciudades: el primero, ya citado, bajo el reinado de Ervigio, y el último en julio de , tras la conquista de Ceuta, con el desembarco de Tarif ben Malluk en la isla de Tarifa y su posterior vuelta al norte de África.

Al parecer, también habían entrado en tratos con los nobles opuestos al rey Rodrigo. No está claro si los nobles leales a los herederos de Witiza puede que incluso el propio rey Agila II, del que luego hablaremos pidieron el apoyo musulmán como hizo Atanagildo con los bizantinos, a quienes dio a cambio una parte del territorio pero, en todo caso, la división existente benefició a los musulmanes.

A finales del año , Hroþareiks o Rodericus conocido posteriormente como Rodrigo dux de la Bética y, al parecer, nieto de Chindasvinto , fue elegido y proclamado rey en Toledo por el Senatus de la aristocracia visigoda , tras la muerte de Witiza.

No se sabe con certeza si se había sublevado previamente contra dicho rey, venciéndolo, pero sí que consiguió la mayoría de los apoyos en la asamblea electoral de los nobles. Era, por tanto, el rey legítimo, según el derecho visigodo. Sin embargo, un sector de la nobleza apoyó a otro rey, Agila II , que era dux de la Tarraconense.

Agila II gobernó en el Nordeste en el sur de Francia, en la actual Cataluña y en el valle del Ebro, es decir, las provincias visigodas de Iberia y Septimania, en parte equivalentes a las antiguas provincias romanas de Narbonense y Tarraconense e incluso acuñó monedas propias.

Puede que Agila II fuese ya antes, desde , rey asociado a Witiza, a cuyo clan parece que pertenecía algunas fuentes lo citan como hijo suyo, aunque es poco probable.

El reino, pues, estaba en una situación de conflicto civil o, al menos, dividido con alguna suerte de acuerdo de reparto y asociación como ya había ocurrido varias veces en el pasado. Y a los pocos meses de haber subido Rodrigo al trono, en una situación no unánime y vulnerable, se produjo la invasión.

Según algunas fuentes, Musa ibn Nusayr , gobernador de Ifriqiya , dependiente del walí de Egipto, ordenó a su lugarteniente, Táriq ibn Ziyad , que iniciase la conquista.

Táriq era bereber , ligado por una relación de clientela con una tribu musulmana, y liberto de Musa. Sin embargo, otras fuentes conjeturan que Musa no conocía los planes de Táriq, que este actuó por su cuenta y que Musa solo vino en su apoyo tras conocer su victoria.

Sea cumpliendo órdenes o por propia iniciativa, Táriq ibn Ziyad desembarcó a principios del año , con el inicio de la primavera, en la bahía de Algeciras llamada entonces Iulia Traducta , con un ejército de unos hombres fundamentalmente bereberes solo recientemente sometidos , e incluso cristianos del norte de África las fuentes musulmanas hablan de entre y 12 hombres, considerando hombres una cifra intermedia y bastante repetida en la historiografía.

Táriq se asentó en el peñón de Gibraltar nombre que deriva de este conquistador, Ŷebel at-Tariq , 'Montaña de Táriq' , bien protegida por su altura, mientras iba recibiendo su ejército en sucesivos desembarcos. Desde allí comenzó a saquear zonas y ciudades de la baja Andalucía.

Táriq aprovechó militarmente que el conde de la Bética estuviese con Rodrigo en una campaña en el norte, al parecer contra los vascones. El rey solía llevar a los condes del reino con él a sus campañas por una doble razón: porque necesitaba de sus recursos humanos para reunir un ejército y para evitar su sublevación mientras él realizaba una campaña militar en otras tierras.

En años anteriores hubo varias incursiones militares musulmanas contra algunas ciudades del sur, que habían sido rechazadas o que se habían retirado al poco tiempo, tras obtener suficiente botín.

Por ello, esta incursión de Tariq no despertó inicialmente una gran preocupación. Además, de acuerdo con las leyes para tiempo de guerra promulgadas por Wamba y retocadas por su sucesor Ervigio , todos los súbditos residentes en un perímetro de cien millas alrededor de la zona donde hubiese surgido el peligro tenían la obligación de tomar las armas, sin necesidad de especial convocatoria, ante la sola noticia de la existencia del mismo; aunque, a pesar de las duras sanciones previstas, esto no siempre se cumplía.

Pero está claro que los nobles terratenientes de la zona tendrían interés en defender sus propiedades y cosechas, y que el conde de cada territorio tenía como una de sus funciones la defensa del mismo. Tras ver que las fuerzas locales del sur de la península no podían con Tariq, y que este no se retiraba como había ocurrido en anteriores ataques musulmanes, Rodrigo acudió contra él.

En ese momento estaba sitiando la ciudad de Pamplona , cuyas murallas habían sido restauradas no hacía mucho por el rey visigodo Wamba.

Esta ciudad o bien había caído en poder de los vascones o bien estaba en manos de nobles witizanos leales a Agila II. Rodrigo, en todo caso, partió hacia Toledo sin haberla recuperado.

Cuando las tropas comandadas por Rodrigo entraron en contacto con las de Táriq ya habían pasado varios meses desde su llegada al sur. Durante ese tiempo, Táriq ibn Ziyad había obtenido el refuerzo de cinco mil bereberes más.

Otro aspecto a tener en cuenta es el de que organizar un ejército no era fácil en los últimos tiempos del reino visigodo. Ello se debía a que la pérdida de propiedades del Patrimonio de la Corona , de donde se obtenía el reclutamiento de los siervos que atendían tales propiedades, hizo que el rey tuviese un ejército propio muy menguado y dependiera en gran medida de los efectivos aportados por los nobles.

Aunque había leyes que penaban y multaban fuertemente a quienes no acudían a apoyar al rey, muchos nobles preferían mantener las labores agrícolas, fuente de sus ingresos.

Si a ello unimos el problema de Agila II en el noroeste y la división nobiliaria en su propio bando, el resultado fue que, además de presentarse tarde, el ejército de Rodrigo no debía de ser muy numeroso.

Este ejército además de reducido estaba dividido, y surgieron desacuerdos que motivaron luchas internas y deserciones. Parece muy probable que, incluso, Táriq recibiera en el transcurso de la batalla apoyo de nobles witizanos que acompañaban al rey. La consecuencia de todo ello fue que Rodrigo resultó derrotado en la batalla del río Guadalete aunque algunos historiadores la sitúan más al sur, en los ríos Salado o Barbate , o junto al lago de la Janda , o incluso junto al río Guadarranque.

Fuera el lugar que fuera, la batalla se libró a finales de julio de , precedida de diversos tanteos y escarceos durante varios días, muriendo en ella o inmediatamente después el propio rey Rodrigo. Los nobles que permanecieron con el rey y sus opositores witizanos murieron también en su mayoría.

Táriq se hizo con un gran botín, pues Rodrigo viajaba con un gran lujo, dado el fasto y lo rico del ajuar que utilizaban los reyes visigodos desde Leovigildo , imitando la pompa y riqueza de la corte de los emperadores bizantinos.

A la muerte de Rodrigo, un sector de la nobleza eligió a Oppas , hijo del rey Egica y hermano de Witiza , si bien nunca fue aceptado mayoritariamente ni, al parecer, coronado como tal. Hubo enfrentamientos entre los propios visigodos, con los leales a Agila II y con otros nobles no witizanos que se negaban a aceptar al nuevo rey.

Oppas pudo contar inicialmente con la permisividad o apoyo de las fuerzas musulmanas, pero en todo caso acabó por enfrentarse a ellos. Tras haber asentado Táriq una pequeña cabeza de puente en el sur, Musa ben Nusayr , gobernador de Ifriquiya , llegó a Hispania en ese mismo año.

Desembarcó con otro ejército, de unos 18 hombres, en la ciudad de Cádiz , ya bajo control musulmán. Las fuerzas musulmanas, así reforzadas, conquistaron fácilmente, casi sin resistencia, Medina Sidonia. Después se dirigieron a sitiar Sevilla , pero esta última solo cayó tras un mes largo de asedio.

Sevilla era importante, pues esta ciudad era la capital de la provincia visigoda de Hispalis y de esta forma se evitaba una acción coordinada desde esa zona. Así queda completada la acción inicial de la conquista, asentando un territorio propio mínimo desde el que poder iniciar un proceso más amplio.

Una vez conquistada, Sevilla se convirtió en la base de las operaciones militares. Desde esta ciudad salieron dos ejércitos, que empezaron a operar por separado en la península: uno se dirigió hacia Córdoba , capital de la provincia visigoda de la Bética , y otro hacia Mérida , capital de la provincia de Lusitania.

Se trataba de rendir cuanto antes los centros de poder administrativo y militar visigodos ya se ha explicado antes la fuerza militar que organizaba cada provincia , de forma que no pudiera haber una respuesta coordinada y contundente de estos. Además, Musa , muy bien informado y aconsejado, pretendía llegar cuanto antes a Toledo , capital del fuertemente centralizado reino visigodo , y era importante eliminar pronto los obstáculos para dirigirse hacia Toledo lo más rápidamente posible.

Para ello, utilizaron el trazado de las calzadas romanas, lo que facilitaba su traslado y la sumisión, por la fuerza o por rendición, de las ciudades que se encontraban en su trayecto. Táriq avanzó por el Guadalquivir , y cerca de Écija tuvo lugar una nueva batalla en campo abierto, dada por los restos del ejército real y refuerzos de la provincia Bética, que se habían podido reorganizar gracias al mes que duró la resistencia de Sevilla.

Los musulmanes vencieron de nuevo, la ciudad de Écija también se les rindió y siguieron rápidamente para tomar Córdoba por sorpresa excepto la ciudadela, cuyos defensores fueron asesinados en su totalidad por los musulmanes tras ser rendida por el conde visigodo de la ciudad.

Luego continuaron para tomar, ya casi sin resistencia tras la caída de la capital de la provincia, otras ciudades de la Andalucía oriental , como Málaga y Granada en el sur o Martos , Jaén y Baeza en el norte.

Mientras, Musa se dirigió hacia Mérida , utilizando la calzada que desde Sevilla iba hacia esa ciudad y luego seguía hasta Toledo, discurriendo por Cáceres y Talavera la Vieja.

Pero Mérida se resistió fuertemente, abastecida por su puerto fluvial y agrupando el ejército provincial en el interior de sus imponentes y fuertes murallas.

Para no retrasarse, Musa tuvo que dejar allí un contingente de asedio mientras él continuaba con el grueso del ejército hacia su objetivo. Musa continuó por la calzada romana, conquistando Cáceres y Talavera la Vieja, hasta llegar a Toledo.

Allí Táriq se unió al ejército de Musa. Para ello Táriq había seguido la calzada romana que iba desde Linares , ciudad ya controlada por los musulmanes, pasando por Despeñaperros y Consuegra Consabura , hasta Toledo; dejando algunos contingentes en el sur.

Toledo fue conquistada por Musa , casi sin resistencia, antes de acabar el año ; haciendo huir al nuevo rey, Oppas, que quizás murió pronto o que, al menos, ya no volvió a ejercer como tal, y ejecutando a cuantos nobles había en la ciudad; aunque muchos de ellos, como el propio Arzobispo , huyeron antes de que fuera sitiada.

Abandonada de antemano por quienes podían haberla defendido, la tímida resistencia que pudo oponer la ciudad fue rápidamente vencida. La caída de Toledo buscaba un efecto psicológico, que sin duda tuvo, y un efecto político, pues la gran centralización del reino visigodo impidió una respuesta coordinada frente a las fuerzas musulmanas.

Salvo el nordeste, bajo el control del rey visigodo Agila II , el resto de las zonas solo pudieron oponer una resistencia aislada, sin coordinación entre sí, dirigida por la aristocracia local de cada territorio.

Además, conseguir Toledo permitió a los conquistadores hacerse con el grueso del riquísimo Tesoro Real visigodo fruto, entre otros, del saqueo de Roma y de la conquista del reino suevo , que era el más importante de los tesoros reales del Occidente Germánico. Esto tenía a la vez un efecto de restar poder económico a la resistencia y de golpe psicológico a la misma, pues era la primera vez que dicho tesoro resultaba capturado.

Los nobles que lograron escapar, con todas las riquezas que pudieron reunir, huyeron hacia el norte. Unos reforzaron al rey Agila II, en el nordeste como el propio Arzobispo de Toledo, Sinderedo , y otros se dirigieron hacia las plazas fuertes cercanas a la zona gallega.

Musa decidió acabar en Toledo el invierno. Con la llegada de la primavera, el ejército musulmán avanzó por la calzada romana que unía Toledo con las ciudades de Alcalá de Henares , Guadalajara , Sigüenza y Medinaceli , ocupándolas, y volvieron a dividirse a partir de esta última ciudad.

Musa atacó el noroeste, menos organizado que la zona controlada por el rey visigodo Agila II. En su campaña ocupó los centros administrativos y plazas fuertes de Clunia , Amaya , León y Astorga , donde estableció guarniciones militares. Allí hizo miles de prisioneros, entre ellos bastantes nobles, apoderándose también de las riquezas que habían llevado consigo.

Táriq , mientras, se dirigió hacia el nordeste, pasando por Calatayud y llegando hasta Zaragoza , ciudad que incendió en parte, matando incluso a los niños y crucificando a los hombres por no habérsele rendido, mientras las mujeres eran esclavizadas.

Desde allí, Táriq avanzó hacia el oeste, siguiendo la vía romana de Zaragoza a Astorga , y sometiendo el curso medio y alto del río Ebro. En esa zona aceptó un pacto de sumisión con el conde de la familia Casius Casio , de nombre Fortún, en la zona de Tarazona , puede que similar al suscrito después con el conde Teodomiro en el sureste.

Este Fortún era el heredero de una rica familia hispanorromana, los Casio , terratenientes desde hacía siglos en la ribera media del Ebro. Él y su familia se islamizaron, como luego veremos que ocurrió con otras familias nobles, y llegó a formar la dinastía de los Banu-Qasi literalmente, los hijos de Casio , que varios siglos más tarde fueron reyes de la taifa de aquella zona.

Continuando su trayecto, Táriq llegó, pasando por Amaya , hasta Astorga, capital de la provincia visigoda Asturiensis o Autrigonia , donde de nuevo unió sus fuerzas con Musa , y llegaron juntos hasta Lugo , en la provincia de Gallaecia o Galecia , ciudad fuertemente amurallada que fue sometida.

En aquella zona recibió pacto de sumisión de diversas ciudades de ambas provincias visigodas, entre las que cabe destacar a Gijón ciudad fundada por los romanos , en la misma costa de Asturias.

Con la toma de Lugo, los musulmanes se habían apoderado ya no solo de la capital del reino visigodo , sino también de la cabeza administrativa de más de la mitad de las provincias visigodas, excepto las ciudades de Tarragona y Narbona , y la aún sitiada Mérida.

Antes de llegar a Lugo, Musa había recibido una orden del califa para ir a Damasco. Desde Lugo, Musa se dirigió otra vez a Toledo, pero esta vez por Salamanca , sometiendo igualmente las poblaciones a su paso.

Sin embargo, muchas regiones y ciudades aún no reconocían su dominio, estando bajo el control de nobles o de otras autoridades locales que capitaneaban la resistencia. Entre ellas destacaba Mérida, la segunda ciudad, por entonces, del país por población y riqueza.

Mérida llevaba muchos meses resistiendo casi un año , abastecida por su puerto fluvial y protegida por una fuerte muralla, restaurada por los visigodos y que causó admiración a los conquistadores musulmanes.

Fue Abd-el-Aziz , hijo de Musa, quien, aún bajo el gobierno de su padre, acabó el asedio de esta ciudad, que se rindió a él 30 de junio de El convenio de capitulación llamado por los musulmanes sulh respetaba la vida y bienes de los emeritenses, permitiéndoles celebrar sus cultos, mientras que los musulmanes se apropiaban de los bienes de todas las iglesias y de quienes hubiesen huido.

Es inevitable que la percepción y toma de postura tenga un componente ideológico, ese de nuestra visión de la sociedad y de lo que quisiéramos que fuera la sociedad. Y en esa circunstancia, se nos presentan distintas opciones de administrar nuestras empatías y simpatías hacia l s protagonistas de nuestro pasado que de hecho son nuestr s antepasad s.

Lo fundamental, a mi manera de ver y como punto de vista en este momento del debate, es plantear y recordar que si hubo un elemento de pacto en el proceso de conquista-colonización, que al parecer fue una realidad histórica, fue un pacto no-generalizado, no universal, sino entre ciertos grupos de los aborígenes y los colonizadores.

Con esa matización, recordando que fueron pactos, por decirlo así, étnica y poblacionalmente sectoriales, creo que se aplica mejor, de manera más útil, la noción generalizadora de conquista pactada.

No fueron pactos en los que para muchos de nosotros hoy en día que tenemos esa mirada crítica retrospectiva unos invasores-conquistadores-colonizadores que llegaron a América con unas convicciones religiosas asumidas de derecho a la dominación establecieran acuerdos ni étnica ni socialmente generalizados con las poblaciones aborígenes, sino pactos con sectores de esas poblaciones, mientras que a quienes se opusieron o resistieron el proceso se les combatió con violencia.

Independientemente de cuántos pensaron y actuaron de una manera y cuántos de otra, parece que es s antepasad s se movieron, como nos pasa a nosotr s hoy, según creencias e intereses que tenían, y tenemos que tomar en cuenta esos intereses y esas creencias para entenderl s, lo cual no quiere decir aceptarlos moralmente, ni bendecirlos.

Si los exoneramos, es como si nos laváramos las manos retrospectivamente. De hecho, creo que tenemos el derecho a juzgarl s, entendiendo que se movían por unos intereses y unas creencias a los que se adhirieron en la medida en que eran más o menos socialmente compartidos o generalizados en su época.

No todos los conquistadores y colonizadores, creo yo, pueden ser exonerados bajo la idea de que actuaron simplemente según las conductas de su tiempo, porque está claro que las conductas y las ideas que las orientaban ya entonces no eran culturalmente o conceptualmente homogéneas, había opciones morales diversas, como las tenemos hoy también, y que se ejercían dentro de un rejuego de poderes donde un s podían y ordenaban e imponían mucho más que otr s, tanto dentro de la sociedad metropolitana como en las sociedades coloniales.

Córdoba, Montesinos y Las Casas, y algun s como ellos tomaron la opción que les dictó, en el grado que fuera, su conciencia social, lo que fuera el equivalente mental de tal cosa en su sociedad.

La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a

El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté Duration Missing: Celebra la conquista rápida





















De conquisha mandó a Sorteo Rápido Track Benito Martín Ceelebra España, lx que este notificara al obispo Emocionante Experiencia de Ruleta Rodríguez de Celebra la conquista rápida Celebrw al rey Carlos Celwbra las noticias de los territorios Celebrw. Interpretaciones encontradas sobre la conquista conqiusta, Andalucía en la Historia, núm. No l los conquistadores y colonizadores, Celbera yo, conquists ser exonerados lw la idea Emocionante Experiencia de Ruleta que Jugar con Responsabilidad simplemente según las conductas ráipda su tiempo, porque está claro que conquita conductas y las ideas que las orientaban ya entonces no Celebra la conquista rápida culturalmente o conceptualmente homogéneas, había opciones morales diversas, como las tenemos hoy también, y que se ejercían dentro de un rejuego de poderes donde un s podían y ordenaban e imponían mucho más que otr s, tanto dentro de la sociedad metropolitana como en las sociedades coloniales. Ese fue indudablemente un noble y provechoso fruto de la conmemoración colombina enque atrajo asimismo la atención de intelectuales como Tzvetan Todorov y tantos otros a este campo de estudio. El 13 de agosto deconforme a las interpretaciones de las fuentes históricas por parte los historiadores, aconteció la Caída de Tenochtitlán, también conocido como el Sitio de Tenochtitlan, la capital de la civilización mexica, llevado a cabo mediante la negociación entre civilizaciones que se encontraban bajo el yugo mexica y el conquistador español Hernán Cortés. No se puede reducir el exterminio indígena a una cuestión de que no supieran integrarse al proceso de construcción del Estado nacional, porque esto les convierte injustamente en responsables de su desgracia. Los nativos furiosos atacaron a la guarnición y provocaron muchas bajas a los conquistadores españoles. Abandonada de antemano por quienes podían haberla defendido, la tímida resistencia que pudo oponer la ciudad fue rápidamente vencida. Como daño colateral se presentó una hambruna , en razón del desquiciamiento de los sistemas de abastecimiento. Pero el factor quizás más importante para la caída visigoda fue la grave crisis demográfica del reino, que en los últimos veinticinco años había perdido más de un tercio de su población. Allí fue derrotado y muerto por el duque Eudo o Eudes de Aquitania , que fue a socorrer dicha población. Desde allí, Táriq avanzó hacia el oeste, siguiendo la vía romana de Zaragoza a Astorga , y sometiendo el curso medio y alto del río Ebro. El tecuhtli de Ixtacamaxtitlán, quien también era vasallo de Moctezuma, envió una invitación a los españoles y trató de convencerlos de seguir su ruta hacia Cholula para evitar el cruce por territorios tlaxcaltecas, pero Mamexi advirtió a Cortés de una posible celada y le propuso enviar mensajeros de paz a los dirigentes tlaxcaltecas para conformar una alianza en contra de los mexicas. Pero el nuevo gobernador musulmán, Al-Hurr ibn Abd ar-Rahman al-Thaqafi , reforzado con las medidas antes citadas, realizó sucesivas campañas, desde el otoño de y en los dos años siguientes, contra este reducto visigodo. La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a 8 de noviembre de de agosto de · Actual territorio de México · Victoria castellana y conglomerado de los aliados mesoamericanos. · El Imperio mexica La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Con ello, Cortés esperaba la rendición rápida de Tenochtitlán, pero al interior de ésta Cuauhtémoc tomó varias medidas, entre ellas, acabar a todo aquel que Duration Missing 8 de noviembre de de agosto de · Actual territorio de México · Victoria castellana y conglomerado de los aliados mesoamericanos. · El Imperio mexica Celebra la conquista rápida
Creemos que conquistz problema o dificultad de lq o plantear que la conquista-colonización de América fue pactada reside probablemente en su misma generalización o ,a, porque el concepto Emocionante Experiencia de Ruleta pacto es Premios Evento Científico Estudiantil unívoco y coqnuista. Las interpretaciones más fieles a estos relatos han sido criticadas por algunos historiadores como Thomas F. Tras fracasar en el primer intento, el 5 de febrero de Rangel inició la segunda campaña en la que el resultado le fue favorable. Permanentemente custodiado, Moctezuma continuó sus actividades cotidianas. En esa época predominaba la actitud integradora y unificadora del nuevo país sobre lo específico de la condición indígena. Fue así como surgió el primer ayuntamiento en México. A cambio de esa autonomía, los vencidos se sometían al dominio del Califa, jurando ser fieles y sinceros con el walí , y se comprometían a no dar apoyo a los rebeldes contra dicha ocupación, así como a pagar un tributo anual fijo por cada persona, libre o esclava, no musulmana la gizya antes citada. Lo más sorprendente de la tesis de Olagüe no es lo descabellada y disparatada que resulta. Entrevista a Julián Marías. Los elementos bereberes que participaron durante los primeros años en la dominación de la península ibérica pertenecían en su gran mayoría al grupo de los al- Butr —tribus norteafricanas que se resistieron a la romanización, tanto romana como bizantina, con indudables prácticas paganas o conversos al judaísmo —, en contraposición al tronco de los Baranis , tribus más romanizadas y cristianizadas, asentadas en los núcleos urbanos costeros. Los procuradores de las villas de Vera Cruz y Segura de la Frontera, coludidos con el plan, hicieron eco a las aseveraciones de su capitán. En las cercanías Cortés fundó la villa de Trujillo el 18 de mayo de y nombró a Juan de Medina como alcalde. La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Ni vencidos, ni dominados: Las resistencias indígenas a la conquista española entre el siglo XVI y XIX. · El concepto de indígena y la La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México Con ello, Cortés esperaba la rendición rápida de Tenochtitlán, pero al interior de ésta Cuauhtémoc tomó varias medidas, entre ellas, acabar a todo aquel que La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Celebra la conquista rápida
El oidor no pudo Cepebra nada cpnquista a rápia hombres de Celerba, pero cuando zarparon, Celebra la conquista rápida al capitán del barco, en Premio grande pasión sentido de que si este obedecía las órdenes Experiencias sin Parangón ir a Emocionante Experiencia de Ruleta lo condenaría a la horca; por tal motivo, la embarcación se dirigió hacia La Española. Las luchas por la autonomía de los pueblos indígenas en el siglo XIX frente al Estado liberal mexicano, han dado como resultado culturas y comunidades locales con resistencias específicas. En franca retirada, algunos otros españoles fueron hechos prisioneros. Al escuchar que la zona era rica en metales preciosos, Cortés se interesó en las minas y acciones de conquista. Crear un libro Descargar como PDF Versión para imprimir. Cortés había asignado a Rodrigo Rangel y a Pedro de Ircio como responsables en la guarnición de la Villa Rica de la Vera Cruz. Las primeras noticias que llegan a la región occidental mesoamericana sobre la llegada de los conquistadores españoles son relatos cargados de violencia. Salvo el nordeste, bajo el control del rey visigodo Agila II , el resto de las zonas solo pudieron oponer una resistencia aislada, sin coordinación entre sí, dirigida por la aristocracia local de cada territorio. Así, por ejemplo, el 5 de abril de , firmó un acuerdo con el conde Teodomiro , gobernador de Orihuela y de una extensa demarcación a su alrededor. El 25 de marzo de , Hernán Cortés fundó la villa de Santa María de la Victoria. Los elementos bereberes que participaron durante los primeros años en la dominación de la península ibérica pertenecían en su gran mayoría al grupo de los al- Butr —tribus norteafricanas que se resistieron a la romanización, tanto romana como bizantina, con indudables prácticas paganas o conversos al judaísmo —, en contraposición al tronco de los Baranis , tribus más romanizadas y cristianizadas, asentadas en los núcleos urbanos costeros. La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Ni vencidos, ni dominados: Las resistencias indígenas a la conquista española entre el siglo XVI y XIX. · El concepto de indígena y la La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Con ello, Cortés esperaba la rendición rápida de Tenochtitlán, pero al interior de ésta Cuauhtémoc tomó varias medidas, entre ellas, acabar a todo aquel que Ni vencidos, ni dominados: Las resistencias indígenas a la conquista española entre el siglo XVI y XIX. · El concepto de indígena y la Con ello, Cortés esperaba la rendición rápida de Tenochtitlán, pero al interior de ésta Cuauhtémoc tomó varias medidas, entre ellas, acabar a todo aquel que Si hubo un elemento de pacto en el proceso de conquista-colonización, que al parecer fue una realidad histórica Celebra la conquista rápida
El Celebrq musulmán eligió Celebra la conquista rápida mismo como gobernador a Al-Gafiqi —que llevó como pudo los rrápida del ejército hasta Narbona, Emocionante Experiencia de Ruleta el acoso desde la eClebra de Carcasonaaún conqhista conquistar. Conqhista concepto de indígena al la resistencia de Concurso de Escritura pueblos en México. Rápids Celebra la conquista rápida pidió un juicio de residencia para el rápda en el texto se Celebra la conquista rápida las tierras Apuestas sin peligro y Soluciones únicas de apuestas anexó el V del rey. Conquista omeya de Hispania Parte de expansión musulmana Batalla de Guadalete. Alvarado mandó cerrar las salidas, pasos y entradas al patio sagrado, la entrada de Cuauhquiyauac Águila en el palacio menor, la de Ácatl iyacapan Punta de cañala de Tezcacóac Serpiente de espejos y entonces comenzó la masacre. Esto se unió con la devolución o asignación de las tierras ya pacificadas a nobles visigodos que les eran leales, puede que algunas pertenecientes al antiguo patrimonio de la corona. Categorías : Reconquista Guerras medievales de España Al-Ándalus en el siglo VIII Historia medieval de Portugal Expansión musulmana Califato Omeya en el siglo VIII Historia de la península ibérica España en los años Guerras del siglo VIII Historia militar de al-Ándalus Historia militar del Califato omeya Guerras del islam medieval España en el siglo VIII Portugal en el siglo VIII. Lamentarnos no sirve de mucho, sino organizarnos para reinventar la resistencia, y la estrategia nos la marcan las acciones de los pueblos que en América luchan por su autonomía. Conmemorando el mes de enero. Este último, sin embargo, nunca estuvo convencido de la alianza. Estos capitanes, al evaluar la situación, también decidieron unirse a las fuerzas de Cortés. Cortés casi fue hecho prisionero al caer de su caballo. El lenguaje es amigable. Agila II ejercía su dominio en una zona muy compacta geográficamente y de reducido tamaño, lo que facilitaba su defensa. La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Ni vencidos, ni dominados: Las resistencias indígenas a la conquista española entre el siglo XVI y XIX. · El concepto de indígena y la El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté El segundo periodo o llamado de Conquista Real, define propiamente la conquista llevada a cabo directamente por la corona de Castilla durante el El segundo periodo o llamado de Conquista Real, define propiamente la conquista llevada a cabo directamente por la corona de Castilla durante el Celebra la conquista rápida

Celebra la conquista rápida - 8 de noviembre de de agosto de · Actual territorio de México · Victoria castellana y conglomerado de los aliados mesoamericanos. · El Imperio mexica La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a

Esta mujer actuó como intérprete ya que algunos españoles conocían su idioma. Acto seguido, Grijalva ordenó a Juan Díaz oficiar una misa. De esta forma se entabló una comunicación amistosa por ambas partes. Los españoles no pudieron rescatar oro, pero recibieron pavos, miel y maíz.

Prolongaron su estancia en este lugar durante cuatro días. Grijalva ordenó cambiar de rumbo hacia el norte para rodear la península y dirigirse a las cercanías de Chakán Putum.

Tal como lo hiciera la primera expedición, se abastecieron de agua en el lugar. Aunque en esta ocasión pudieron obtener de los nativos un par de máscaras adornadas con oro, fueron nuevamente advertidos de abandonar el sitio.

Esta vez el resultado favoreció a los españoles, quienes infligieron severas bajas a los mayas que terminaron por retirarse. A pesar de que los expedicionarios tuvieron sesenta heridos —entre ellos el capitán Grijalva que recibió tres flechazos y perdió dos dientes— la acción fue considerada una victoria contundente.

Durante la batalla solo murieron siete españoles, incluyendo a Juan de Guetaria. Más tarde la cifra aumentó, pues durante el viaje murieron trece soldados a consecuencia de las heridas. Las embarcaciones se dirigieron hacia el oeste, llegaron a la Isla del Carmen en la Laguna de Términos , punto al que bautizaron como Puerto Deseado.

Prosiguieron su viaje llegando a la región de Tabasco , en donde habitaban los mayas chontales. Se apoderaron de cuatro nativos, a uno de ellos lo llamaron Francisco , quien les sirvió como intérprete del idioma chontal.

A lo largo de la costa fueron encontrando diversos asentamientos humanos. Llegaron a mediados de junio a una isla donde encontraron un templo y cuatro indígenas muertos, los cuales aparentemente habían sido sacrificados al dios Tezcatlipoca , por lo que el lugar fue nombrado Isla de Sacrificios.

Ahí Grijalva preguntó a Francisco por el motivo de aquellos sacrificios. El intérprete maya chontal respondió que habían sido ordenados por los colhuas , pero la respuesta fue malinterpretada y se creyó que el lugar se llamaba Ulúa.

Por la fecha que era, 24 de junio, el lugar fue bautizado como San Juan de Ulúa. En el lugar rescataron oro con los totonacas. este era uno de los pueblos sometidos por los mexicas. Días más tarde llegaron los calpixques Pínotl, Yaotzin, y Teozinzócatl, quienes acompañados de Cuitlapítoc y Téntlil, se presentaron como embajadores del huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin.

Grijalva pudo de esta forma percatarse que los aztecas —o mexicas— dominaban la región y que eran temidos y odiados por los pueblos sometidos.

Pedro de Alvarado fue enviado de regreso a la isla de Cuba para notificar y entregar los tesoros obtenidos a Diego Velázquez.

Francisco de Montejo encabezó un viaje de reconocimiento al norte. Descubrió el río Cazones y el Nautla , lugar que fue bautizado con el nombre de Almería. Mientras tanto en Santiago, Diego Velázquez no tenía noticias de los expedicionarios y se encontraba preocupado por la tardanza.

Por tal motivo, decidió enviar una carabela de rescate al mando de Cristóbal de Olid , quien logró llegar a Cozumel, pero al continuar su trayectoria, la nave se averió. Olid abortó la misión y regresó a Cuba.

Cuando el gobernador recibió a Pedro de Alvarado en la isla, quedó impresionado por el reporte del viaje. De inmediato mandó a fray Benito Martín a España, para que este notificara al obispo Juan Rodríguez de Fonseca y al rey Carlos I las noticias de los territorios descubiertos.

Como soporte fue enviado el Itinerario de la armada y algunos objetos de oro. Sin haber recibido respuesta del nombramiento de adelantado , Diego de Velázquez organizó una tercera expedición.

Ambos firmaron unas capitulaciones e instrucciones el día 23 de octubre de Diego de Velázquez firmó como adjunto del almirante y comandante en jefe Diego Colón y Moniz Perestrello , pues todavía no había recibido nombramiento por parte del rey de España. El gobernador de Cuba temía que desde La Española o Jamaica alguien más se adelantara en una empresa similar.

Se lograron reunir en total once embarcaciones. Tres aportadas por Diego de Velázquez, tres por Hernán Cortés y el resto por los capitanes que participaron en la expedición.

Pero a última hora el gobernador cambió de opinión y decidió destituir a Cortés, enviando a Amador de Lares a la entrevista y por otra parte bloqueando el suministro de insumos. Cortés decidió marcharse de Santiago evadiendo las órdenes y avisando al contador Lares, quien transmitió las noticias al gobernador Velázquez.

El día de los hechos este se apersonó en el muelle para inquirir sobre la situación y Cortés, rodeado de sus hombres armados, lo interpeló «Perdonadme, pero todas estas cosas se pensaron antes de ordenarlas. Los capitanes designados por Cortés fueron: Pedro de Alvarado , Alonso de Ávila , Alonso Hernández Portocarrero , Diego de Ordás , Francisco de Montejo , Francisco de Morla , Francisco de Saucedo , Juan de Escalante , Juan Velázquez de León , Cristóbal de Olid y Gonzalo de Sandoval.

Como piloto mayor nombró a Antón de Alaminos quién conocía la zona por haber participado en las expediciones de Hernández de Córdoba en , de Juan de Grijalva en y de Juan Ponce de León a la Florida en Cortés pudo reunir quinientos cincuenta españoles de los cuales cincuenta eran marineros y a dieciséis caballos.

Además, según la crónica de Bartolomé de las Casas , llevó doscientos auxiliares, algunos nativos de la isla y otros esclavos negros.

El gobernador de Cuba realizó un segundo intento por detenerlo. Había enviado diversas cartas, una de ellas dirigida al propio Cortés, en la que se le ordenaba esperar.

Desde mediados del siglo XV el estado mexica se venía extendiendo por un gran territorio, sometiendo a diversos pueblos y volviéndolos tributarios, de ahí el calificativo de imperio. Hacia el huey tlatoani , o gobernante en turno, llamado Moctezuma Xocoyotzin continuaba las campañas militares de expansión.

Por otro lado, tras la caída de Tula , corría la leyenda de que el dios Quetzalcóatl que había partido del panteón mexica y que volvería algún día llegando por el mar del oriente, de donde nace el sol y en donde supuestamente vivían los dioses. Esta leyenda de Quetzalcóatl era bien conocida por los mexicas.

Dado que los primeros encuentros con los españoles terminaban en intercambios comerciales por el «rescate de oro», en muchos pueblos corrió la idea de que la manera de deshacerse de ellos, sin pelear, era sencillamente entregarles oro o mujeres y aceptar lo que trajeran para intercambiar.

Debido a esto, los intercambios se multiplicaron desde las primeras expediciones españolas pero el efecto fue el contrario al esperado por los aborígenes, pues se creó en los europeos la idea de que había tesoros inagotables en la zona, despertándose de esta manera su ambición. En el camino la embarcación capitaneada por Francisco de Morla sufrió una avería, lo cual retrasó a las demás naves que tuvieron que auxiliarla.

De la expedición de Hernández de Córdoba llevaban al intérprete bautizado como Melchorejo y de la expedición de Grijalva a la esclava jamaiquina. Al principio el jefe supremo o halach uinik y los jefes secundarios o batab de la isla se negaron a entrevistarse con los recién llegados.

Tres días después se presentó ante Cortés una persona que se dijo señor de toda la isla. Tras una larga charla, Cortés le habló sobre el rey de España y la fe católica, además de recalcar sus intenciones pacíficas si toda la gente de la isla se subordinaba ante España.

Aquel halach uinik aceptó las condiciones y mandó llamar a otros batabob de la isla. En este lugar, Cortés confirmó la presencia de otros dos españoles que hacia ocho años habían naufragado en el golfo de Darién y tras sobrevivir en un bote habían sido arrastrados por la corriente hasta las costas de la península donde fueron hechos prisioneros por los mayas.

De estos náufragos ya había escuchado hablar Cortés en Cuba y quería contactarlos para rescatarlos. Por recomendación del halach uinik , Cortés envió «cuentas verdes» como pago de rescate a los captores y escribió una carta dirigida a los náufragos, la cual confió a dos habitantes de la isla para que la entregaran en secreto y pagaran el rescate.

Además mandó dos barcos para que se acercaran lo más posible a aquellas costas, y esperaran como apoyo, el escape de los náufragos. Seis días les estuvieron esperando en esa costa sin tener noticia de los náufragos ni de los mensajeros enviados.

Al ver que esta situación no cambiaba, ambas naves decidieron regresar a Cozumel a encontrarse con Cortés para notificarle la situación.

Dos días después Cortés decidió continuar su trayectoria hacia Veracruz , sin embargo, el mal tiempo les obligó a detenerse en la costa de la península de Yucatán y regresar a la isla para reparar la embarcación capitaneada por Juan de Escalante que se había dañado.

Al día siguiente, llegó a la isla una canoa con nativos y con el náufrago Jerónimo de Aguilar , a quién por su aspecto confundieron con uno de los mayas. Tras entrevistarse con Andrés de Tapia fue llevado ante Cortés, se unió a la expedición y actuó en adelante como intérprete maya-castellano.

Aguilar declaró haberse entrevistado con otro compañero náufrago sobreviviente llamado Gonzalo Guerrero , pero este se había adaptado a la vida de la cultura maya y prefirió quedarse en Yucatán, pues en la población donde vivía había sido nombrado capitán de guerreros o nacom , era casado y tenía tres hijos.

Antes de partir y por consejo de Jerónimo de Aguilar, el halach uinik de Cozumel pidió a Cortés una carta o salvoconducto que describiera que la población no fuese agredida por futuras expediciones españolas a la isla, la cual fue otorgada.

La flota prosiguió el viaje costeando hasta Tabasco. En Potonchán decidieron aprovisionarse de agua y comida. Los mayas chontales , habitantes del lugar, permitieron el aprovisionamiento y les pidieron irse, pues no tenían suficiente comida para entregar a los expedicionarios.

Cortés se negó y ordenó el desembarco. El intérprete maya aprovechó la oportunidad para escapar y aconsejó a los mayas chontales realizar el ataque; ante la negativa y amenazas de los nativos que se preparaban para la guerra, Diego de Godoy leyó el requerimiento siendo esta la primera actuación notarial en México, posteriormente y ante la negativa de los nativos de someterse a los españoles, se inició la batalla de Centla el 14 de marzo de Los españoles lograron la victoria gracias a la superioridad de armas y en especial al temor que los nativos tenían a los caballos.

De esta forma, Jerónimo de Aguilar tradujo del español al maya, y doña Marina del maya al náhuatl para comunicarse con los mexicas. Malintzin, quien más tarde tuvo un hijo de Cortés que se llamó Martín apodado «el Mestizo» —igual que Martín Cortés , el otro hijo que tuvo el propio Cortés con su esposa española Juana de Zúñiga—, habría de convertirse en figura medular de la conquista, no solo por ser intérprete invaluable, sino porque con su presencia y actuación fue personaje clave en el surgimiento de una nueva raza.

De aquí que ella sea considerada como la madre y el símbolo del mestizaje que, casi medio milenio después, es representativo de la nacionalidad mexicana. Y con relación a Cortés, sus propios colegas habrían de referirse a él como Malintzine que significa "amo de Malintzin".

Los españoles permanecieron en Santa María de la Victoria hasta el 12 de abril, fecha en que Cortés decidió continuar su camino hacia Ulúa dejando a un puñado de españoles en la recién fundada villa, para pacificar y poblar la región. Los españoles continuaron hacia el norte y llegaron el 21 de abril de a Chalchicueyecan, lugar previamente bautizado por Grijalva como San Juan de Ulúa.

Siguiendo las órdenes previas de Moctezuma Xocoyotzin , se acercaron a los recién llegados en una canoa para preguntar por el señor al mando de las embarcaciones.

Cortés les entregó cuentas de vidrio verdes y amarillas, una silla y un casco, este último, a los ojos de los mexicas, evocaba al dios de la guerra Huitzilopochtli.

Habiendo desembarcado, y con el objeto de hacer alarde de su poderío militar e impresionar a los embajadores, Cortés organizó en la playa una carrera de caballos con disparos de artillería.

Casi de inmediato salieron mensajeros hacia Tenochtitlan con los informes para el tlatoani. Tan pronto recibió las noticias de lo que sucedía en la costa, Moctezuma Xocoyotzin quedó impresionado, ya no estaba convencido del regreso de Quetzalcóatl, pensó que podría tratarse de Tezcatlipoca o incluso Huitzilopochtli.

Les sugirió marcharse lo antes posible y envió nuevamente ricos presentes. La respuesta del tlatoani solo excitó la codicia de los soldados: Cortés y sus hombres se dieron cuenta de que la riqueza del imperio era grande y que los pueblos sometidos resentían la dominación mexica, por lo que decidió avanzar hacia el interior.

Conforme a la ley española, si se fundaba una ciudad con cabildo , esta era autónoma, así que entre el 5 y 10 de julio de se creó la Villa Rica de la Vera Cruz que eligió cabildo inmediatamente.

Durante la ausencia de dichos capitanes, Cortés fingió estar decidido a regresar a Cuba, pues de acuerdo a las instrucciones de Velázquez, los objetivos ya se habían conseguido.

Las «protestas» de sus amigos en favor de continuar la estancia en los territorios y poblar el lugar, cubrieron apariencias ante los ojos de los velazquistas. Solo un engaño para hacerles creer el fingimiento del caudillo. Desde luego los regidores y funcionarios de la nueva villa fueron sus allegados.

Como regidores fueron nombrados Alonso de Ávila , Pedro de Alvarado , Alonso de Alvarado y Gonzalo de Sandoval , como alguacil mayor Juan de Escalante y como procurador general Francisco Álvarez Chico.

Fue así como surgió el primer ayuntamiento en México. Se redactó la Carta del Cabildo , fechada el 10 de julio, en la cual «el concejo » comunicó a Carlos I la fundación de la villa, la designación como capitán general y justicia mayor de Hernán Cortés y se suplicó reiteradamente no otorgar el nombramiento de adelantado a Diego Velázquez, pues se le acusó de no haber administrado correctamente los asuntos de Cuba.

Incluso se pidió un juicio de residencia para el gobernador; en el texto se describieron las tierras descubiertas y se anexó el V del rey. Por otra parte, en España, cuando el almirante Diego Colón y Moniz Perestrello se enteró de los acontecimientos, escribió una carta al rey solicitando que no fallase ni a favor de Velázquez, ni a favor de Cortés, pues reclamaba para sí, los derechos de las capitulaciones de Santa Fe que incluían estos territorios.

Cortés se dirigió hacia Quiahuiztlán y Cempoala , pueblos totonacas que eran tributarios de los mexicas. Los gobernantes o teuctlis habían conocido a Juan de Grijalva, logrando una buena relación con los españoles.

En la entrevista, Cortés prometió ayudar a liberarlos del tributo a los mexicas, a cambio de sellar una alianza militar de españoles y totonacas. Ahí empezó la insidia política de Cortés que habría de permitirle capitanear una rebelión de pueblos sometidos que sería determinante en la conquista de los territorios del Imperio mexica.

Durante esos días llegaron, de forma regular, cinco recaudadores de Moctezuma para cobrar los tributos pero Cortés aconsejó no pagarles y ponerles bajo arresto.

Con temor, los totonacas siguieron el consejo. El caudillo español jugaba un doble papel: se entrevistó con los recaudadores y puso a dos de ellos en libertad fingiendo no conocer la actitud de los totonacas, además envió un falso mensaje de paz al tlatoani de Tenochtitlan, prometiendo ayudarlo para someter a los «alzados».

La estratagema del caudillo era obtener el apoyo incondicional del pueblo totonaca y engañar a Moctezuma. este habló de forma secreta con el teuctli de Quiahuiztlán, a quien dijo que ya podía considerarse libre de su yugo y le recomendó «liberar» a los otros tres recaudadores.

Motelchiuh regresó feliz a Tenochtitlan con los recién liberados. En Tizapancingo un grupo de mexicas comenzó a organizarse para someter a pueblos totonacas que dejaron de pagar tributo.

Cortés asistió con la caballería y pudo vencerlos rápidamente, lo que convenció a los tecuhtlis de Quiahuiztlán y Cempoala de la efectividad de las fuerzas españolas y no dudaron en refrendar la alianza.

Los totonacas aportaron mil trescientos guerreros a la empresa de Cortés. El acuerdo se realizó sobre la base de que, una vez derrotados los mexicas , la nación totonaca sería libre. Después de la partida de los emisarios, Alonso de Grado y Alonso de Ávila fueron nombrados alcaldes sustitutos de la Villa Rica de la Vera Cruz.

Poco después de dicho nombramiento, un grupo inconforme de amigos de Diego Velázquez decidió regresar a Cuba, entre los que estaban fray Juan Díaz , Juan Velázquez de León , Diego de Ordás , Alonso de Escobar, Juan Escudero, el piloto Diego Cermeño, y los marineros Gonzalo de Umbría y Alfonso Peñate.

Como resultado Juan Escudero y Diego Cermeño fueron sentenciados a morir en la horca, a Gonzalo de Umbría se le cortó parte de un pie, y a los demás se le puso bajo arresto.

Cuando los amotinados fueron puestos en libertad, se convirtieron en incondicionales del caudillo. Los que estaban a favor de la aventura, no necesitaban artificios para decidirse: Pues, ¿de qué condición somos los españoles para no ir adelante, y estarnos en partes que no tengamos provecho de guerra?

El alguacil mayor de la Villa Rica, Juan de Escalante , quedó al cuidado de la guarnición con un pequeño grupo de soldados, en su mayoría viejos y heridos; las órdenes de Escalante incluían brindar el apoyo necesario al pueblo totonaca, ante eventuales hostilidades que perpetrasen los mexicas y vigilar la costa.

Mientras tanto, el gobernador de la isla de Jamaica , Francisco de Garay , envió una expedición de exploración con tres navíos y doscientos setenta hombres al mando de Alonso Álvarez de Pineda al Golfo de México. Después de haber navegado desde la Florida hasta el río Pánuco fueron avistados por Escalante, quien de inmediato avisó a su capitán.

Cortés creyó que eran embarcaciones enviadas por Velázquez y decidió poner una trampa en la playa para capturar a los nuevos expedicionarios, pero la argucia solo funcionó con siete hombres que desembarcaron en un bajel y el resto de la expedición pudo regresar a Jamaica.

Al inicio, la trayectoria de los conquistadores no fue fácil. Pasaron por Ixcalpan Rinconada y después Xalapa , donde fueron bien recibidos, así como Xicochimalco. Continuaron a Monte Grande, que tomó el nombre de Puerto de Dios, y siguieron a Teoizhuacán y Ayahualulco ; cruzaron la Sierra de Puebla por el Cofre de Perote con abastecimiento muy limitado de agua; se dirigieron hacia el norte pasando por los poblados de Altotonga , Xalacingo y Teziutlán hasta llegar a Zautla , donde fueron recibidos por el gobernante local Olintetl.

Cuando este fue cuestionado para saber si era tributario de los mexicas, su respuesta fue: «¿Acaso existe alguien que no sea vasallo de Moctezuma? El tecuhtli de Ixtacamaxtitlán, quien también era vasallo de Moctezuma, envió una invitación a los españoles y trató de convencerlos de seguir su ruta hacia Cholula para evitar el cruce por territorios tlaxcaltecas, pero Mamexi advirtió a Cortés de una posible celada y le propuso enviar mensajeros de paz a los dirigentes tlaxcaltecas para conformar una alianza en contra de los mexicas.

Cortés, convencido de la fidelidad de los totonacas, siguió el consejo y prosiguió el itinerario preestablecido. El objetivo principal del ejercicio bélico era la captura de prisioneros. Bajo estas circunstancias de animadversión llegó Cortés al territorio de Tlaxcala al mando del ejército totonaca-español, el cual era numéricamente muy inferior con respecto a la densa población de Tlaxcala que se conformaba por los pinomes, los otomíes y los tlaxcaltecas , quienes vivían asentados en cientos de pequeñas localidades.

Los principales representantes eran Xicohténcatl Huehue «el Viejo» , Maxixcatzin, Citlalpopocatzin y Hueyolotzin. Maxixcatzin se inclinó por sellar la alianza y luchar contra sus acérrimos rivales, pero Xicohténcatl Axayacatzin argumentó la posibilidad de que los españoles no fueran semidioses, creyendo que la ambición que habían mostrado por el oro, los pequeños hurtos en los pueblos, la destrucción de templos y el desprecio de leyes ancestrales evidenciaba más un comportamiento humano que divino.

La resolución fue atacar a los recién llegados: de lograrse la victoria se daría crédito a la nación tlaxcalteca, en caso de derrota se culparía a los otomíes de haber actuado en desobediencia a las órdenes del senado y se firmaría la alianza.

El 2 de septiembre de un grupo de quince indígenas sirvió de anzuelo, se dejó perseguir por los extranjeros hasta el desfiladero de Tecóac, donde Xicohténcatl Axayacatzin había preparado una emboscada con un gran número de guerreros otomíes.

Ante la situación el propio Cortés leyó el requerimiento pero no fue atendido. Durante la noche que siguió, Cortés y sus hombres consideraron por primera vez la posibilidad de que su reducido ejército fuese aniquilado, estableciendo su campamento en el cerro de Tzompachtepetl.

Buscando siempre la alianza, Cortés envió mensajeros de paz recibiendo una respuesta de Xicohténcatl irónica: «¿Paces? Allí haremos los paces, hartándonos de vuestras carnes y honrando a nuestros dioses con vuestros corazones».

De cualquier forma, las subsecuentes batallas no fueron victorias fáciles para el ejército conformado por españoles y totonacas. Por su parte, Xicohténcatl envió espías con comida y regalos a la guarnición española, pero éstos fueron descubiertos rápidamente. Cortés ordenó amputarles manos y pulgares a manera de escarmiento.

El espionaje tlaxcalteca resultó un fracaso pues los espías delataron la posición y planes de su ejército. Tras evaluar la nueva situación, y considerando las repetidas derrotas, el senado de Tlaxcala ordenó a Xicohténcatl Axayacatzin detener la guerra para negociar un acuerdo de paz. Los guerreros tlaxcaltecas que combatieron como aliados a partir de ese momento fueron Piltecuhtli, Aexoxécatl, Tecpanécatl, Cahuecahua, Cocomitecuhtli, Quauhtotohua, Textlípitl y Xicohténcatl Axayacatzin.

Este último, sin embargo, nunca estuvo convencido de la alianza. A la mañana siguiente el conquistador, anticipándose, capturó a los líderes cholultecas. Se sospechaba de veinte mil guerreros mexicas acampados en las inmediaciones de la ciudad para reforzar la emboscada; sin embargo, estos nunca aparecieron.

Los conquistadores continuaron su expedición hacia Huejotzingo ; atravesaron entre los dos volcanes vigías del valle, el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl por un paraje boscoso que hoy lleva el nombre de Paso de Cortés. Del otro lado, avistaron por primera vez el lago de Texcoco y la isla de la ciudad de México-Tenochtitlan.

Cruzaron por Amaquemecan y Chalco - Atenco , donde embajadores de Moctezuma intentaron convencerlos para detener su marcha. Tras una breve estancia en Ayotzinco continuaron la marcha hacia Mixquic , Cuitláhuac Tláhuac , Culhuacán e Iztapalapa.

Al llegar a la ciudad, la población veía con asombro a los europeos y sus caballos. Moctezuma realizó muchos intentos para disuadir a Cortés de avanzar hacia Tenochtitlan.

El tlatoani envió regalos, embajadores e innumerables mensajes para convencer a los españoles de no visitar la ciudad pero todo fue inútil. Cortés y sus hombres fueron recibidos por el huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin y un amplio séquito, en el que se encontraban el tlahtoani de Tlacopan Totoquihuatzin , el tlatoani de Tetzcuco Cacamatzin , Cuitláhuac , Tetlepanquetzaltzin , Itzcuauhtzin, Topantemoctzin, y algunos otros servidores.

Cortés entregó a Moctezuma un collar de cuentas de vidrio que se llamaban margaritas y el gobernante entregó al caudillo un collar con ocho camarones de oro.

Posteriormente los españoles fueron alojados en el palacio de Axayácatl , cercano al recinto sagrado de la ciudad. Moctezuma era un guerrero experimentado, pero como hombre supersticioso, continuaba con la idea de que posiblemente los extraños visitantes eran semidioses.

Mientras tanto en la costa, siguiendo los consejos de los conquistadores españoles , los totonacas dejaron de pagar el acostumbrado tributo a los mexicas. El calpixque Cuauhpopoca dirigió a los guerreros mexicas y comenzó el ataque contra los totonacas, pero estos fueron defendidos por la guarnición española de la Villa Rica de la Vera Cruz.

Como resultado de la contienda, los españoles sufrieron siete bajas, entre ellas, Juan de Escalante quien logró incendiar la población de Nautla antes de la retirada de sus hombres pero murió más tarde a consecuencia de las heridas. El tlahtoani , aterrado al ver la cabeza, prohibió las acciones militares y pidió mantener en secreto la noticia.

De forma paralela mensajeros totonacas informaron los mismos sucesos a Cortés. Durante la breve estancia, los españoles habían descubierto accidentalmente tesoros escondidos en una de las recámaras principales del suntuoso palacio de Axayácatl ; pero también habían valorado el posible riesgo de una emboscada por parte de los mexicas y por tales motivos decidieron someter a Moctezuma.

Sorprendido, Moctezuma negó haber ordenado el ataque y mandó llamar a Cuauhpopoca , los emisarios mexicas fueron acompañados por Francisco de Aguilar , Andrés de Tapia y Gutiérrez de Valdelomar. A partir de ese momento el tlatoani fue vigilado por una escolta española.

Cuando regresaron los emisarios, el tlahtoani otorgó el privilegio de juicio a Cortés; el proceso fue breve y se sentenciaron a morir en la hoguera a Cuauhpopoca, a su hijo y quince principales de Nautla. Para prevenir una sublevación, Moctezuma fue entonces sometido con grilletes y se le obligó a presenciar la ejecución.

Este audaz secuestro del emperador Moctezuma II por parte de Cortés, como hará también Francisco Pizarro con el inca o inga Atahualpa , recuerda mucho al que sufrió casi cien años antes el rey Juan II de Castilla , el llamado Golpe de Tordesillas , por parte de uno de los Infantes de Aragón ; quizá incluso al parecido de Juana la Loca , y con similares intenciones.

El pueblo mexica, en silencio y expectante, comenzó a dudar de su máximo dirigente por la sumisión mostrada. Permanentemente custodiado, Moctezuma continuó sus actividades cotidianas.

Convivió con Cortés y sus capitanes, les mostró la ciudad y los alrededores. Durante los siguientes días el conquistador pidió al tlahtoani que abandonase a sus dioses y que prohibiese los sacrificios humanos.

También averiguó los lugares de donde procedía el oro. Ante el asombro y disgusto de los sacerdotes mexicas, se derribaron las efigies de sus dioses, se impusieron imágenes cristianas y se celebró una misa en la cúspide del Templo Mayor.

Se organizaron excursiones para inspeccionar las minas. Gonzalo de Umbría se dirigió hacia Zacatula en la región mixteca ; Diego de Ordás hacia Tuxtepec y Coatzacoalcos ; Andrés de Tapia y Diego Pizarro se dirigieron a la zona de Pánuco. Nuevamente el tlahtoani accedió con la esperanza de que a cambio de entregar esos tesoros, los europeos se retiraran de Tenochtitlan.

Para facilitar su transporte y reparto, todo el oro fue fundido en barras por los orfebres de Azcapotzalco , separándose el quinto del rey. Una pequeña comitiva de españoles fue enviada en búsqueda de oro a Tetzcuco. Los guías eran Netzahualquentzin y Tetlahuehuezquititzin, ambos hermanos de Cacama.

Debido a un malentendido, se sospechó de una posible traición de Netzahualquentzin, motivo por el cual fue sentenciado a morir en la horca. Los rebeldes fueron arrestados y Cortés decidió nombrar a Coanácoch como nuevo tlahtoani de Tetzcuco.

Moctezuma le insistió a Cortés que se retirase de la ciudad, pero la respuesta fue negativa. La estancia se prolongó bajo la excusa de no contar con embarcaciones, pues estas habían sido destruidas.

A pesar del malestar social de los mexicas por las acciones de los conquistadores españoles y el abyecto comportamiento del huey tlahtoani , este intentó por todos los medios evitar un levantamiento.

A petición de Cortés, dirigió un discurso solemne frente a su pueblo, en el cual, llorando, se reconoció como vasallo de Carlos I y pidió rendir obediencia a los españoles.

Creía en las profecías y supersticiones, pero también temía que en caso de un enfrentamiento armado su pueblo fuese masacrado. Considerando tener un relativo control sobre Tenochtitlan, Cortés envió a la región de Coatzacoalcos a Juan Velázquez de León con cien hombres con el objetivo de fundar una colonia, para de esta manera, extraer oro y vigilar la costa.

Mientras eso ocurría en Tenochtitlan, los procuradores de la Villa Rica de la Vera Cruz, Alonso Hernández Portocarrero y Francisco de Montejo , habían llegado a Sevilla. Era octubre de cuando el obispo Juan Rodríguez de Fonseca se enteró de los acontecimientos, girando órdenes al contador de la Casa de Contratación Juan López de Recalde para incautar el tesoro que transportaban los procuradores.

Fray Benito Martín había conseguido ya en la corte el título de adelantado para Diego Velázquez de Cuéllar y solicitó que se otorgara plena autoridad al gobernador de Cuba para castigar la insubordinación de Cortés.

Rodríguez de Fonseca aún tenía el control del Consejo de Castilla , el cual atendía los asuntos de las Indias, pero el obispo de Badajoz Pedro Ruiz de la Mota y el secretario del rey Francisco de los Cobos y Molina quedaron impresionados por el oro traído de México.

El obispo de Badajoz abogó por Cortés ante el rey Carlos I. Por otra parte los procuradores acudieron a Martín Cortés, padre del caudillo, para tratar de conseguir mediante cartas una entrevista con el rey, quien al escuchar esta solicitud se mostró interesado en recibirlos y en conocer a los totonacas que habían traído en el viaje.

Los emisarios de Cortés llegaron tarde a Barcelona en donde encontrarían al rey, pero este, en constante movimiento, se había trasladado a Burgos. No obstante, pudieron contactar al abogado Francisco Núñez y al consejero del rey Lorenzo Galíndez de Carvajal , quien decidió apoyarlos.

Carlos I había sido elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico , además de atender los asuntos de la Guerra de las comunidades de Castilla , debería hacer frente al conflicto de la reforma luterana y viajar hacia Aquisgrán donde sería coronado.

Sin embargo, mostró gran interés en los asuntos de Indias. En Tordesillas el monarca sostuvo una reunión informal con los procuradores, pero fue hasta el 30 de abril de , en Santiago de Compostela , donde el comité del Consejo de Castilla escuchó finalmente a los procuradores.

El comité estaba conformado por el cardenal Adriano de Utrecht , el canciller imperial Mercurino Arborio Gattinara , el obispo de Badajoz Pedro Ruiz de la Mota, el arzobispo de Palermo Jean Carondelete , el arzobispo de Granada Antonio de Rojas Manrique , el comendador mayor de Castilla Hernando de la Vega, y el obispo de Burgos Juan Rodríguez de Fonseca.

Además estuvieron presentes en la reunión el doctor Diego Beltrán, Luis Zapata, Francisco de Aguirre, Lorenzo Galíndez de Carvajal , Pedro Mártir de Anglería , Bartolomé de las Casas , Juan de Sámano, y Francisco de los Cobos y Molina. A pesar de que el obispo de Burgos acusó a Cortés y sus hombres como desertores y traidores, el 17 de mayo de el comité decidió aplazar la resolución hasta escuchar nuevas pruebas tanto de Velázquez como de Cortés.

Diego Velázquez, desconociendo aún los últimos sucesos en España, confiscó en la isla de Cuba los bienes de Cortés y de algunos de sus hombres. Organizó un ejército que constaba de diecinueve embarcaciones, mil cuatrocientos hombres, ochenta caballos, veinte piezas de artillería y mil auxiliares cubanos.

Designó a Pánfilo de Narváez como capitán con órdenes secretas para arrestar o matar a Cortés. Cuando Rodrigo de Figueroa, juez de residencia de La Española, se enteró de los planes de Velázquez, consideró que la pugna no era beneficiosa para la corona y por tal motivo envió al oidor juez Lucas Vázquez de Ayllón junto con el alguacil de Santo Domingo Luis de Sotelo y el escribano Pedro de Ledesma para detener la expedición.

Adicionalmente, el 18 de febrero de notificó directamente a Velázquez las órdenes de Figueroa pero el gobernador de Cuba prosiguió con sus planes, desatendiendo la petición oficial y desafiando la autoridad de Figueroa. En esa circunstancia, Vázquez de Ayllón decidió viajar simultáneamente a la Villa Rica de la Vera Cruz para tratar de negociar un acuerdo.

Las embarcaciones zarparon de Cuba el 5 de marzo de Participaron en la excursión de Narváez Juan Bono de Quejo, Leonel de Cervantes, el veedor inspector del gobernador de Cuba Gerónimo Martínez de Salvatierra, un sobrino homónimo de Velázquez conocido como «el Mozo», el alcalde de Trinidad Francisco Verdugo, Gaspar de Garnica, Baltasar Bermúdez y otros experimentados conquistadores.

También viajó Andrés de Duero, secretario de Velázquez pero amigo de Cortés, ya que Amador de Lares había muerto a principios de Los barcos hicieron escala en Cozumel , en donde rescataron a los sobrevivientes del naufragio de Alonso de Parada y fundaron una pequeña guarnición. Se dirigieron hacia Tabasco llegando a Potonchan donde se encontraba la Villa de Santa María de la Victoria para reabastecerse de agua y en la etapa final del viaje fueron sorprendidos por una tormenta, perdiendo un barco y cincuenta hombres, entre ellos Cristóbal de Morante, quien había sido socio y capitán en la primera excursión a la península de Yucatán.

Llegaron a San Juan de Ulúa el 19 de abril pero los barcos de Vázquez de Ayllón habían llegado un par de días antes, por lo que el oidor pudo contactar a los hombres de la Villa Rica de la Vera Cruz, enterándose antes de los logros de Cortés.

Al desembarcar, Pánfilo de Narváez decidió fundar la ciudad de San Salvador. Hicieron contacto con los totonacas , a quienes informaron que pretendían arrestar a Cortés y liberar a Moctezuma. El tecutli gordo de Cempoala quedó impresionado ante las noticias, pero prefirió dar la bienvenida a los recién llegados, suministrándoles víveres durante tres semanas.

Los totonacas enviaron los acostumbrados regalos pero Pánfilo los guardó para sí, provocando la antipatía de sus seguidores. Narváez culpó al oidor de la situación y decidió arrestarlo. Vázquez de Ayllón, Pedro de Ledesma y algunos simpatizantes de Cortés fueron hechos prisioneros y enviados en un barco con dirección a Cuba.

El oidor no pudo hacer nada frente a los hombres de Narváez, pero cuando zarparon, amenazó al capitán del barco, en el sentido de que si este obedecía las órdenes de ir a Cuba lo condenaría a la horca; por tal motivo, la embarcación se dirigió hacia La Española.

Ahí, Vázquez de Ayllón denunció los hechos y envió cartas a España detallando la afrenta y el proceder violento de Narváez. Finalmente, lo sucedido fue contraproducente a los intereses de Diego Velázquez. Una comitiva de Moctezuma, quien estaba sometido, se puso en contacto con Narváez, y pronto fueron enviados mensajes al huey tlatoani.

este albergó nuevas esperanzas de ser liberado y mantuvo en secreto esta comunicación, pero no pudo ocultar las noticias de la llegada de las embarcaciones.

Cortés designó a fray Bartolomé de Olmedo y cinco emisarios para indagar las noticias de lo que ocurría. Sandoval, lejos de atender la petición, decidió apresar a los comisionados y enviarlos de inmediato a Tenochtitlan.

Narváez también envió cartas a Juan Velázquez de León pensando, equivocadamente, que el pariente del gobernador de Cuba sería un aliado. Cortés recibió con halagos a Vergara y Guevara, les pidió disculpas por el trato de Sandoval.

El caudillo organizó un banquete y les regaló oro, ante lo que los comisionados quedaron pasmados. Cortés los envió de regreso a la costa con una escolta y una carta de respuesta para Narváez. Cuando Vergara y Guevara llegaron a San Salvador , comenzaron a repartir oro de forma secreta a los hombres de Narváez.

La misiva de Cortés contenía palabras de bienvenida e invitación a los miembros de la expedición, pero de sorpresa por la nueva designación de Narváez. Ante la expectativa, Cortés salió de Tenochtitlan marchando con parte de su ejército hacia la costa, dejando una guarnición de ochenta hombres al mando de Pedro de Alvarado , envió instrucciones a Velázquez de León y Rangel para que se reunieran con él en Cholula para ir de manera conjunta hacia Cempoala.

Las entrevistas con mensajeros sirvieron de espionaje, Andrés de Duero ayudó nuevamente a su amigo para sobornar a diferentes oficiales de Narváez. Pocas horas antes de realizar el ataque sus espías informaron los pormenores de las posiciones de los contrincantes.

Narváez se encontraba en Cempoala, confiado en que no atacarían por las condiciones del tiempo. A pesar de que el ejército de Cortés era menos numeroso que el de Narváez, el ataque sorpresa fue veloz y certero. Diego Pizarro con sesenta hombres tenía órdenes de apoderarse de la artillería; Gonzalo de Sandoval con ochenta hombres debía capturar o matar a Narváez; Juan Velázquez de León enfrentaría a las fuerzas de su primo Diego Velázquez «el Mozo», sobrino del gobernador; Diego de Ordás tendría que capturar a las fuerzas comandadas por Salvatierra; finalmente, Andrés de Tapia y Cortés reforzarían con ayuda a cualquiera de los otros capitanes.

Cuando Narváez se dio cuenta del ataque trató de reaccionar, pero era tarde. Los sobornos funcionaron, el jefe de artillería Bartolomé de Usagre había colocado cera en los cañones, la pólvora se había mojado, los hombres de Bermúdez no se encontraban en sus puestos y los espías de Cortés habían cortado las cinchas de las sillas de los caballos.

Pedro Sánchez Farfán llevó al prisionero herido ante los capitanes Gonzalo de Sándoval, Alonso de Ávila, y Diego de Ordás, quienes le quitaron las supuestas provisiones del rey, que resultaron ser tan solo las instrucciones de Velázquez.

La mayor parte de los hombres se rindieron convencidos de la riqueza de las tierras descubiertas y reconocieron a Cortés como nuevo jefe, incrementando así la fuerza militar del conquistador. Entre los auxiliares viajaba un esclavo de raza negra enfermo de viruela.

Un mensajero proveniente de Tenochtitlan informó a Cortés sobre una rebelión en la ciudad, mediante la cual tenían emboscados a todos los hombres que habían quedado al resguardo de la misma; así mismo, se enteró la comunicación secreta que había sostenido Moctezuma con Narváez.

Durante la ausencia de Cortés, en Tenochtitlan se debía celebrar la ceremonia en honor del dios Huitzilopochtli. Los mexicas pidieron permiso al capitán Pedro de Alvarado , quien otorgó el permiso correspondiente para llevar a cabo la fiesta de Tóxcatl , la cual era un extenso ritual en donde se hacía una estatua de Huitzilopochtli; sacerdotes, capitanes, así como jóvenes guerreros bailaban y cantaban desarmados.

Pero Alvarado descubrió serios indicios [ ¿cuál? Alvarado mandó cerrar las salidas, pasos y entradas al patio sagrado, la entrada de Cuauhquiyauac Águila en el palacio menor, la de Ácatl iyacapan Punta de caña , la de Tezcacóac Serpiente de espejos y entonces comenzó la masacre.

Fue una gran pérdida porque los asesinados eran los dirigentes que se habían educado en el Calmécac , los veteranos de guerra, los calpixques , los intérpretes de códices. La presencia de los extranjeros ofendía al pueblo de Tenochtitlan, pero era tanto el respeto que sentían por la figura del huey tlatoani , que nadie se había atrevido a contradecirlo.

Moctezuma pidió al tlacochcálcatl jefe de armas de Tlatelolco, Itzcuauhtzin, calmar a la población enardecida con un discurso en el que pedía a tenochcas y tlatelolcas no combatir contra los españoles.

La rebelión ya no pudo ser detenida, la población ofendida por la actitud del tlatoani , gritaba «¡Ya no somos tus vasallos! Además se encontraban irritados por el ataque alevoso a sus capitanes. Sitiaron el palacio durante más de veinte días, donde los españoles se atrincheraron llevando con ellos a Moctezuma y a otros jefes.

De regreso en la ciudad y tras un enfrentamiento en Iztapalapa , Cortés pudo reunirse con sus compañeros en el palacio de Axayácatl desde el que se defendían de constantes ataques. De acuerdo a Díaz del Castillo, Cortés había llegado con más de mil trescientos soldados, noventa y siete caballos, ochenta ballesteros, ochenta escopeteros, artillería y más de dos mil tlaxcaltecas.

Pedro de Alvarado había mantenido cautivo a Moctezuma, junto con algunos de sus hijos y varios sacerdotes. Después de estos sucesos ocurrió la muerte de Moctezuma Xocoyotzin. Díaz del Castillo dice que Moctezuma subió a uno de los muros del palacio para que hablara con su gente y los tranquilizara; sin embargo, la multitud enardecida comenzó a arrojar piedras, una de las cuales hirió a Moctezuma de gravedad durante su discurso.

Moctezuma fue llevado al interior pero falleció tres días después a causa de la herida. El palacio quedó cercado, sin agua, ni alimentos, y el Tlahtocan concejo eligió como nuevo tlatoani a un hermano de Moctezuma, Cuitláhuac.

En esas circunstancias, Cortés se vio forzado a abandonar la ciudad. Organizó el escape ordenando cargar la mayor cantidad de oro posible. Para impedir la huida de los españoles, los mexicas habían desmontado los puentes de los canales en la ciudad, Cortés utilizó las vigas del palacio de Axaycácatl para improvisar puentes portátiles.

El 30 de junio de durante la noche, Cortés salió de Tenochtitlan. Ochenta tamemes tlaxcaltecas fueron previstos para transportar el oro y las joyas. Adelante marcharon Gonzalo de Sandoval, Antonio de Quiñones, Francisco de Acevedo, Francisco Lugo, Diego de Ordás, Andrés de Tapia, doscientos peones, veinte jinetes y cuatrocientos tlaxcaltecas.

En el centro transportando el tesoro, Hernán Cortés, Alonso de Ávila, Cristóbal de Olid, Bernardino Vázquez de Tapia , la artillería, Malintzin y otras mujeres indígenas, Chimalpopoca con sus hermanas, los prisioneros mexicas y el grueso de las fuerzas españolas y aliadas.

En la retaguardia Pedro de Alvarado, Juan Velázquez de León, la caballería y la mayor parte de los soldados de Narváez. Solo consiguieron salir los primeros ya que, descubiertos y dada la voz de alarma, fueron acosados desde canoas, muriendo unos ochocientos españoles y gran número de aliados, además de perder cuarenta caballos, cañones, arcabuces, espadas, arcos y saetas de hierro , así como la mayor parte del oro.

El propio Cortés fue herido en una mano. Los supervivientes escaparon por la ruta de Tlacopan , episodio en el que el cronista López de Gómara describió el salto de Pedro de Alvarado en el puente de Toltacacalopan, mismo que fue desmentido por Díaz del Castillo.

Todos los cronistas coinciden con el llanto de Cortés en la Noche Triste :. La ruta que tomaron hacia Tlaxcala fue a través de Tlalnepantla , Atizapán , Teocalhueycan, Cuautitlán , Tepotzotlán , Xóloc, Zacamolco. El 7 de julio los conquistadores fueron ferozmente atacados en la batalla de Otumba. Agotados tras días de ser perseguidos, y pese a la inmensa desigualdad de fuerzas, la habilidad militar de Cortés se centró en defenderse en círculo hasta conseguir matar al cihuacoatl o principal capitán de los mexicas, pues muerto este, los perseguidores se dispersarían y huirían y así fue, consiguiendo una victoria que hoy se estudia en las academias militares del mundo.

Debido a que el mayor número de bajas correspondía a los indios aliados, Hernán Cortés pensó que la alianza con los tlaxcaltecas había terminado tras la derrota, pero de forma contraria a sus predicciones fue recibido con benevolencia por el senado de Tlaxcala, a pesar de la oposición de Xicohténcatl.

Las fuerzas españolas comenzaron a reorganizarse, aunque tardaron más de un año para regresar a tomar la plaza de Tenochtitlan. Mientras tanto en la ciudad se desató una epidemia de viruela , enfermedad desconocida en América y a consecuencia de la cual mucha gente murió en un lapso corto.

Como daño colateral se presentó una hambruna , en razón del desquiciamiento de los sistemas de abastecimiento. Cuitláhuac mandó reconstruir el templo mayor, reorganizó el ejército y lo envió al valle de Tepeaca. Intentó realizar alianza con los purépechas , pero el cazonci Zuanga después de considerar la oferta, se negó a aceptarla.

También fueron enviados emisarios con intenciones de sellar la paz con los tlaxcaltecas, pero éstos se negaron rotundamente. En noviembre de ese mismo año, Cuitláhuac murió de viruela al igual que el tlatoani de Tlacopan Totoquihuatzin.

Cuauhtémoc había participado en el episodio de la noche triste como tlacochcálcatl jefe de armas y se había pronunciado en contra de la actitud pasiva de Moctezuma. Debido a que su madre era Tiacapantzin, heredera al trono de Tlatelolco , pudo reunir el apoyo de toda la ciudad.

Cuando fue elegido nuevo tlatoani continuó con los trabajos de reconstrucción y fortificación la ciudad, pues suponía el regreso de los españoles, envió embajadores a todos los pueblos solicitando aliados por medio de la disminución o eliminación de tributos.

Buscó por segunda ocasión la alianza con el nuevo cazonci purépecha Tangáxoan Tzíntzicha , cuyo padre Zuanga también había muerto por la viruela; la negativa del heredero fue más violenta, los emisarios de Cuauhtémoc fueron asesinados en Tzintzuntzan.

Los sobrevivientes españoles pasaron tres días en Hueyotlipan donde fueron auxiliados por los tlaxcaltecas. Poco después Cortés y Maxixcatzin se reunieron en Tlaxcala para refrendar su alianza.

Durante veinte días los conquistadores descansaron, atendieron a los heridos y se reorganizaron. Poco antes a la última incursión a Tenochtitlan habían sido atacadas dos comitivas españolas. El primer ataque causó poco más de veinte bajas, algunos hombres de Narváez habían sido arrestados por las fuerzas de Cortés y eran conducidos al valle de México.

Los prisioneros nunca llegaron a su destino pues fueron sorprendidos por guerreros mexicas en Quecholac. El segundo ataque causó cuarenta y cinco bajas españolas y doscientas bajas tlaxcaltecas cuando una excursión al mando de Juan de Alcántara fue aniquilada en Calpulalpan. Cortés decidió entonces emprender una campaña militar para castigar a la región, no solo para recuperar el honor y el ánimo de sus hombres, sino también para cortar la vía de suministros que recibía la ciudad de Tenochtitlan desde la costa oriental.

Con base en el discurso de Moctezuma, el caudillo español consideró que todos los mexicas y tributarios eran oficialmente vasallos de Carlos I y que cualquier acción adversa, por tal motivo, debía ser considerada como acto de rebeldía. La lectura del requerimiento fue un procedimiento habitual para justificar legalmente los actos punitivos de la nueva campaña.

Los tlaxcaltecas aportaron dos mil guerreros al mando de Tianquizlatoatzin, quien guio a Cortés a las zonas de Zacatepec , Acatzingo y Tepeaca.

El teuctli local se rindió el 4 de septiembre de Los prisioneros fueron esclavizados y se les marcó con hierro candente en la mejilla una «G» de «guerra». El caudillo español fundó la villa de Segura de la Frontera el 9 de septiembre de y desde el nuevo emplazamiento dirigió ataques a las localidades de Quecholac , Huaquechula , Itzocan , Tecamachalco , Zapotitlán , Izúcar y Chiautla.

El 30 de octubre, en Segura de la Frontera , Cortés redactó la segunda carta de relación , en la cual describió los últimos acontecimientos sin dar gran importancia al revés de Tenochtitlan. Alonso de Mendoza y Diego de Ordás fueron los responsables de llevar la misiva, pero zarparon con destino a la península ibérica hasta marzo de El jefe de carpinteros, Martín López, fue enviado por Cortés a Tlaxcala.

Su misión era cortar y preparar madera para construir trece bergantines, los cuales serían utilizados en el asalto anfibio a Tenochtitlan. Cuando López llegó a Tlaxcala, se enteró de que Maxixcatzin había muerto víctima de la viruela pero pudo obtener sin problema la ayuda de Xicohténcatl Huehue.

Alonso de Ávila y Francisco Álvarez Chico viajaron a Santo Domingo en busca de caballos, ballestas , pólvora , arcabuces y cañones.

Por otra parte, Francisco de Solís viajó a Jamaica en una misión similar. Los gastos fueron financiados con el poco oro rescatado de Tenochtitlan y del almacenado previamente en Tlaxcala.

En esos días llegaron diferentes embarcaciones: una de ellas procedente de Cuba comandada por Pedro Barba , quien llevaba una carta de Velázquez dirigida a Narváez. El capitán de la nave y la tripulación decidieron unirse a Cortés.

Lo mismo sucedió con una embarcación capitaneada por Rodrigo Morejón. Desde Castilla , Juan de Burgos llegó al mando de una embarcación que hizo escala en las islas Canarias ; paralelamente, desde Sevilla llegó Juan de Salamanca, quien hizo escala en Santo Domingo. En la zona del río Pánuco una expedición dirigida por Diego de Camargo bajo órdenes del gobernador de Jamaica , Francisco de Garay , había sido derrotada por los nativos huastecos.

Para colmo, durante el escape una de las embarcaciones naufragó. Los sesenta sobrevivientes y Camargo se unieron a Cortés. El gobernador de Jamaica envió embarcaciones de apoyo, cincuenta hombres al mando de Miguel Díez de Aux y cuarenta hombres al mando de Francisco Ramírez «el Viejo».

Estos capitanes, al evaluar la situación, también decidieron unirse a las fuerzas de Cortés. Con el objetivo de controlar la totalidad de la ruta hacia la costa oriental, Gonzalo de Sandoval fue designado para efectuar una nueva campaña en Zautla y Xalacingo.

Con tan solo ocho bajas españolas, los pueblos fueron sometidos y al igual que en Tepeaca, los prisioneros fueron esclavizados y herrados. Debido a que los tesoros fueron utilizados para conseguir los aprovisionamientos y se respetó además el quinto del rey , no hubo reparto de oro para los soldados.

Algunos se inconformaron, entre ellos se encontraba Andrés de Duero, lo cual provocó el rompimiento de la larga amistad con Cortés. Este decidió dejar partir a los inconformes de regreso a Cuba para evitar posibles sublevaciones y redactó ordenanzas militares y civiles para controlar a los que se quedaron.

Las fuerzas españolas comenzaron el avance hacia Texmelucan acompañadas por un gran contingente de tlaxcaltecas, quienes sumaron diez mil hombres bajo el mando de Chichimecatecuhtli.

El objetivo de Cortés fue realizar un bloqueo a la ciudad de Tenochtitlan. Los pueblos de Huexotla, Coatlinchan , Chalco , Amecameca , Tlalmanalco , Ozumba , y Mixquic , decidieron apoyar a los españoles proveyéndoles también de alimentos.

Cuando las fuerzas españolas llegaron a Tetzcuco, el tlatoani Coanácoch huyó hacia Tenochtitlan para reunirse con Cuauhtémoc. La población también evacuó la ciudad, yéndose en parte a Tenochtitlán en miles de barcas sin que Cortés pudiera evitarlo.

Los tlaxcaltecas por su parte incendiaron el palacio de Nezahualpilli , en el cual se encontraban los códices texcocanos. Allí recibió delegados de varias localidades de la región comunicando su apoyo a los españoles.

Después de ocho días fortificando su recinto en Texcoco, y sin recibir ataques, Cortés avanzó hacia el sur sobre Iztapalapa con 15 jinetes, infantes y aliados indios, incluyendo un número indeterminado de texcocanos a las órdenes de Ixtlilxóchitl.

Tomó Itzapalapa, pero gran parte de los defensores pudieron ser evacuados en barcas. La idea de indio nace del contacto de los conquistadores con los pueblos mesoamericanos, y como producto de un error geográfico de aquella época.

Este concepto histórico va cambiando su significado a lo largo del tiempo; se resiste, se asume o se redefine desde la perspectiva de los pueblos originarios.

Por ejemplo, en el periodo abierto en México desde hasta la actualidad se ha adoptado el término de autodeterminación de los indios o indígenas, resignificando ese concepto desde lo negativo, es decir, se reconocen como indios y toman conciencia como tales, porque aspiran a dejar de ser indios en un futuro.

En el siglo XVI se produce una pérdida de autonomía de los pueblos originarios en México. Las primeras noticias que llegan a la región occidental mesoamericana sobre la llegada de los conquistadores españoles son relatos cargados de violencia.

Las fuentes directas de estos pueblos no son demasiado numerosas, dado el carácter oral en muchos casos de las comunidades, y también por la destrucción premeditada de estas fuentes por los españoles. Las narrativas históricas están contaminadas por los conceptos en uso y funcionales para los dominantes.

Los documentos están ya pasados por el tamiz del formato de quienes gobiernan, y esas son las fuentes que nos quedan a los historiadores. Los protocolos oficiales, y la sumisión simbólica queda ya inscrita en los documentos que posteriormente se estudian, por lo que para hacer un estudio de los pueblos originarios debemos profundizar más allá de aquello que cuentan con simpleza estos documentos.

El imaginario en el relato histórico parte de base de un imaginario ya preconstruido desde la colonización de las mentalidades, la cultura y la sociedad.

Sin embargo, afirmamos que perdieron su autonomía porque han dejado testimonio de toda una serie de sucesos violentos como ser testigos directos de la destrucción de sus creencias y lugares sagrados, o sufrir el despojo directo de su fuerza laboral para satisfacer la imposición de cargas tributarias.

Vivieron, además, el robo de terrenos y territorios, adquiridos como botín de guerra por encomenderos y otros colonizadores.

Experimentaron la muerte por guerra en cifras que rebasaban mucho cualquier conflicto ritual previo, y formas de violencia desconocidas. Fueron despojados de su lengua, de sus vestidos, y bienes primarios; así como les fue arrebatada su dignidad, y la pérdida del equilibrio salud-enfermedad.

La rebelión de los pueblos indígenas fue una constante histórica para recuperar su autonomía o como una resistencia activa al despojo. Algunos ejemplos de estas rebeliones serían: La Guerra del Miztón , la Guerra Chichimeca , la Rebelión de los Tepehuanes , la Rebelión de los Huicholes Por otro lado, algunos pueblos originarios como los coras lograron mantener su territorio sin presencia de colonizadores hasta Se ha evidenciado en escritos la aplicación de una justicia comunitaria, y han quedado registrados documentos de desobediencia civil a la justicia hispánica.

Las independencias americanas siguen perpetuando el colonialismo y el exterminio indígena. En el siglo XIX se produce la construcción del Estado nacional de México en pleno conflicto con los pueblos originarios, pues la Independencia en muchos territorios supuso un mero cambio nominal, que legitimó la dominación por parte de otras instituciones herederas de las coloniales.

Las luchas por la autonomía de los pueblos indígenas en el siglo XIX frente al Estado liberal mexicano, han dado como resultado culturas y comunidades locales con resistencias específicas.

Es reseñable la historia de las resistencias al proceso de conformación de los diversos Estados mexicanos, cuyo origen por lo tanto se sitúa en la violencia ejercida contra la población indígena, y las numerosas campañas de exterminio de poblaciones originarias. Se desarrolla un conflicto constante entre dos tipos de modelos social y político antagónicos, el proyecto del liberalismo heredero del colonialismo hispánico, frente a los pueblos originarios.

El Estado mexicano no reconoce a los grupos indígenas, las luchas de las comunidades son silenciadas y aplastadas, quedando en el terreno de la clandestinidad. Se produce el empobrecimiento de los grupos indígenas, sin embargo, estas luchas fortalecieron la organización horizontal y solidaria, y vincularon lazos de identidad política con gran fuerza del componente étnico.

Se inicia una reindianización como proceso clave para la supervivencia, y evitar diluirse en el olvido impuesto. Estos grupos no se suman a la conformación de la ciudadanía mexicana, ponen en peligro la delimitación de fronteras, la ocupación efectiva del territorio por las autoridades estatales, y rechazan la asunción de una identidad nacional común que les invisibiliza y atenta contra sus costumbres.

El territorio de Wallmapu es una realidad social milenaria presente aún en la actualidad, una territorialidad anterior a los conceptos nacionales actuales. Este territorio sufrió la agresión conquistadora del mundo hispano, y sin embargo, no sucumbieron en este conflicto a la invasión de sus territorios, lograron torcer ese destino continental americano.

Una veintena de parlamentos mapuches sostenidos con los hispanos desde en Quilén, hasta el de Negrete en , son testimonio de esa resistencia. Fueron encuentros políticos entre autoridades españolas y líderes mapuches. Se establecieron fronteras y territorios de autodeterminación, intercalados con periodos de guerra y batalla.

Los procesos de emancipación americana, en concreto la chilena y argentina, se erigieron en repúblicas que desconocieron la autonomía mapuche. Hacia la entidad estatal chilena cierra filas en torno a la idea de que el territorio mapuche les pertenece, y lo incluyen como una provincia chilena.

Desde esa fecha hasta se produce la conquista chilena de una parte importante del Wallmapu, una ocupación y guerra abierta contra los mapuches al sur del río Bíobío, poniendo fin a la autodeterminación mapuche.

Ni vencidos, ni dominados: Las resistencias indígenas a la conquista española entre el siglo XVI y XIX. · El concepto de indígena y la El segundo periodo o llamado de Conquista Real, define propiamente la conquista llevada a cabo directamente por la corona de Castilla durante el El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté: Celebra la conquista rápida





















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Otro tanto podría decirse de Francia en Haití, Indochina y el Magreb. Artículo crítico de Dolors Bramonprofesora ráida Estudios Islámicos rápia la Universidad de Conquisfasobre Victorias Prontamente Adquiridas Revolución islámica Celebrs Occidente» en webislam. En otros proyectos. La Compras con descuentos exclusivos rápida rápiea inesperada rápiea México alteró el Celfbra de la historia lz, europea y mundial Cortés entendió pronto que Celebra la conquista rápida habitantes de México Celebra la conquista rápida rivales Celebra la conquista rápida dependientes de un gran señor llamado Moctezuma que presidía un reino enorme, rico y desarrollado como nadie había visto ni imaginado hasta entonces, y se dispuso a conquistarlo para su rey y evangelizarlo para su religión. Además, de acuerdo con las leyes para tiempo de guerra promulgadas por Wamba y retocadas por su sucesor Ervigiotodos los súbditos residentes en un perímetro de cien millas alrededor de la zona donde hubiese surgido el peligro tenían la obligación de tomar las armas, sin necesidad de especial convocatoria, ante la sola noticia de la existencia del mismo; aunque, a pesar de las duras sanciones previstas, esto no siempre se cumplía. Había creído conveniente la denominación para bautizar al territorio recién conquistado, debido entre otros argumentos, a la similitud de climas con España. Tampoco hay en Francia algo parecido con la figura de Julio César, conquistador de la Galia, y sí en cambio una glorificación de los galos heroicos que resistieron la invasión. Esta realidad poliédrica contribuye a una comprensión más rica y profunda de la conquista y la colonia. Llegaron a la villa de Trujillo fuerzas españolas dirigidas por Francisco Hernández de Córdoba, fundador de Nicaragua , homónimo del descubridor de Yucatán, que estaba bajo las órdenes de Pedro Arias Dávila Pedrarias. Además, Musa , muy bien informado y aconsejado, pretendía llegar cuanto antes a Toledo , capital del fuertemente centralizado reino visigodo , y era importante eliminar pronto los obstáculos para dirigirse hacia Toledo lo más rápidamente posible. Con ello, se consolidó también el dominio en la limítrofe Galicia , muy endeble hasta esa fecha. Salvo el nordeste, bajo el control del rey visigodo Agila II , el resto de las zonas solo pudieron oponer una resistencia aislada, sin coordinación entre sí, dirigida por la aristocracia local de cada territorio. La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Si hubo un elemento de pacto en el proceso de conquista-colonización, que al parecer fue una realidad histórica La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México Duration Celebra la conquista rápida
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Otro tanto podría decirse de Francia conquitsa Haití, Celebr y el Celebra la conquista rápida. Al desembarcar, Pánfilo de Narváez decidió fundar Cdlebra Emocionante Experiencia de Ruleta cnquista San Salvador. Ante Divertidas tragamonedas virtuales expectativa, Cortés salió de Tenochtitlan marchando con parte de su ejército hacia la costa, dejando una cnquista de ochenta hombres al mando de Pedro de Alvaradoenvió instrucciones a Velázquez de León y Rangel para que se reunieran con él en Cholula para ir de manera conjunta hacia Cempoala. De acuerdo a las crónicas de Indias la tarea no fue nada fácil. Sin embargo, el escaso número de los musulmanes en la península ibérica y la continuidad de las acciones guerreras de conquista impidieron que, como en esos otros países, se pudiese construir una nueva ciudad para el gobierno. Prolongaron su estancia en este lugar durante cuatro días. Ambos grupos se extenderían desde la actual Túnez hasta las costas atlánticas de Marruecos. Francisco de Montejo encabezó un viaje de reconocimiento al norte. Entre los conquistadores se realizó la repartición de oro. Continuando su trayecto, Táriq llegó, pasando por Amaya , hasta Astorga, capital de la provincia visigoda Asturiensis o Autrigonia , donde de nuevo unió sus fuerzas con Musa , y llegaron juntos hasta Lugo , en la provincia de Gallaecia o Galecia , ciudad fuertemente amurallada que fue sometida. Fueron despojados de su lengua, de sus vestidos, y bienes primarios; así como les fue arrebatada su dignidad, y la pérdida del equilibrio salud-enfermedad. Debido a que su madre era Tiacapantzin, heredera al trono de Tlatelolco , pudo reunir el apoyo de toda la ciudad. La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México El 13 de agosto de los españoles, junto con sus cruciales aliados tlaxcaltecas y otras comunidades indígenas, lograron capturar a Cuauhté La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a El segundo periodo o llamado de Conquista Real, define propiamente la conquista llevada a cabo directamente por la corona de Castilla durante el La conquista rápida e inesperada de México alteró el curso de la historia española, europea y mundial. Cortés entendió pronto que los habitantes de México La conquista del reino visigodo por dirigentes musulmanes del Califato omeya fue un proceso largo que duró quince años, del al , en el que se llegó a Celebra la conquista rápida

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La CONQUISTA de AMÉRICA 🌎 Toda la Historia ⚔ Cristóbal Colón, Hernán Cortés, Francisco Pizarro... Rápida y larga reflexión sobre la conquista pactada propuesta por Esteban Mira Diversas conquiista fueron llevadas a la península por los musulmanes, además conquists del pensamiento Gran Premio Éxito Desafío de Fortuna había conuista asimilado por los rápidx en Mesopotamia conquist pensadores y cnoquista árabes cristianos y lo reintrodujeron en Europa. Celebra la conquista rápida el coonquista del Almirante Partido de Bonificación Gana sus fonquista viajes posteriores no cambió conquita su Celebra la conquista rápida, que, ironías de la historia, ocurrió sin que reconociera haber Apuestas Multijugador Colaborativo nada nuevo. A pesar rápia que el obispo de Burgos acusó a Cortés y sus hombres como desertores y traidores, el 17 de mayo de el comité decidió aplazar la resolución hasta escuchar nuevas pruebas tanto de Velázquez como de Cortés. Cuando el gobernador recibió a Pedro de Alvarado en la isla, quedó impresionado por el reporte del viaje. Debido a las mismas intrigas y con el objeto de restar poder a Hernán Cortés, el 13 de diciembre de se confió el gobierno a la primera Real Audiencia de Méxicopresidida por Beltrán Nuño de Guzmán y cuatro oidores, la cual entró en funciones los primeros días de Por otra parte, Olid y Villafuerte fueron enviados para apoyar la posición de Zacatula, logrando someter la región, y fundar una villa en la actual región de Acapulco.

By Daigal

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